¿Qué son los psicodélicos?
Hace mucho que escuchamos el término, pero ¿qué son los psicodélicos en realidad? Y es que, desde los sesentas y setentas los relacionamos con la cultura popular. Incluso han generado géneros específicos en áreas como la música, como el rock psicodélico—como describían al portafolio de grandes bandas, como Pink Floyd. Ahora que pueden estudiarse más a fondo, después de estar prohibidos por largo tiempo, se cree que pueden tener importantes aplicaciones, incluso terapéuticas y medicinales.
¿Qué son los psicodélicos?
¿No has notado que el término “psicodélicos” ha caído en desuso? Esto no es porque ya no se consuman o no se estudien; simplemente cambiaron el nombre para evitar las connotaciones negativas de décadas pasadas. Lo que antes se conocía como psicodélicos ahora se llaman enteógenos. Una palabra que, quizá muy ad-hoc, significa “dios dentro” o “dios interior”.
Se llamen como se llamen (aquí nos seguiremos refiriendo a ellos con su nombre de siempre), los psicodélicos son toda sustancia que altera nuestra percepción del mundo real, lo cual también puede afectar nuestro humor y cognición.
¿De dónde provienen los psicodélicos?
En su mayoría, los psicodélicos provienen de plantas y, por supuesto, hongos. Entre los más famosos están la ayahuasca, la psilocibina, el LSD, el MDMA, la dimetiltriptamina (DMT, por sus siglas en inglés) y la mezcalina (o peyote).
Desde siempre, los humanos hemos estado fascinados con los alucinógenos y sus efectos, que hemos usado para todo tipo de fines a lo largo de siglos. Que su nombre actual signifique “dios interior” no es una coincidencia, ya que han tenido importantes usos religiosos y espirituales a través de diversas culturas.
Más recientemente, un gran número de artistas los han utilizado en combinación con sus obras, como el escritor y periodista Hunter S. Thompson, autor de Miedo y asco en Las Vegas.
¿Qué usos prácticos tienen los psicodélicos?
Afortunadamente, después de estar totalmente prohibidos en Estados Unidos, incluso para ser estudiados, este ya no es el caso, y se cree que podrían tener muchos beneficios médicos.
Las condiciones y enfermedades que podrían tratarse con psicodélicos incluyen a la ansiedad y la depresión; el abuso de sustancias, como el alcohol y otras drogas; el estrés postraumático, desórdenes de personalidad y glaucoma, entre muchas otras.