Guía: las cepas ricas en CBD

Guía: las cepas ricas en CBD

Las cepas ricas en CBD

Todavía hay muchos consumidores que se sacan de onda con las cepas ricas en CBD. ¿Para qué consumir un producto de cannabis que no tiene los efectos psicotrópicos del THC? Bueno, el CBD tiene sus propios efectos, y algunos de ellos pueden ayudar a personas que sufren de ansiedad generalizada a vivir su día a día. Otros, al combinarlo con THC, resulta en viajes más placenteros.

¿Qué son las cepas ricas en CBD?

Si bien, la mayoría de las cepas contienen THC, desde principios de la década del 2000 existen otras que, en vez de eso, son altas CBD. Algo que, entonces, llamó la atención de muchos consumidores, pues los efectos de este cannabinoide son muy diferentes.

Desde que el cannabis llegó a manos de los agricultores, en su auge, durante la década de los sesenta, comenzaron a manipular su genética. La meta: aumentar lo más posible el contenido del compuesto con efectos relajantes y divertidos que cambiaban la percepción y perspectiva. Es decir, el THC. Los demás cannabinoides, como el CBD, al no ser intoxicantes, no importaban.

Con el tiempo, sin embargo, empezaron a llamar la atención; especialmente el CBD, que, después del THC, es el más abundante de la planta del cannabis. Si bien no tenía los mismos efectos psicotrópicos, sí tenía de otro tipo, especialmente en el campo de la medicina. Desde entonces, se han ido refinando dichas cepas hasta la modernidad, en la que existen de varios sabores, aromas y métodos de consumo, así como para varios males.

¿Para qué consumir cepas ricas en CBD?

Como mencionamos arriba, consumir cepas ricas en CBD no resulta en el mismo “viaje” que las que contienen THC. No provocan cambios perceptivos o risa incontrolable; hambre, inspiración o aumento de creatividad. Muchos consumidores se preguntan, entonces, ¿para qué consumirlas?

Que no tengan los mismos efectos no quiere decir que no tengan ningún efecto. Aunque el CBD ha llamado mucho la atención por sus propiedades medicinales, también se consume ampliamente por razones recreativas. Principalmente, por dos razones.

No ser intoxicante puede ser una gran ventaja. Al tener propiedades relajantes, muchos lo consumen antes de un día especialmente importante para mantener los nervios a raya. O bien, después, una vez que termina, para relajarse antes de dormir. Para algunos, que sufren de ansiedad crónica, todos los días son estresantes, sin importar lo que ocurra, y estas propiedades les ayudan a soportar la vida diaria.

Algunas cepas ricas en CBD también contienen algo de THC, ya que este puede aminorar sus efectos secundarios, por lo que quizá sea recomendable para consumidores primerizos.

Este tipo de cepas se consumen igual que el resto: en porro, pipa o bong, o bien, en comestibles o, incluso, en extractos y concentrados. También hay píldoras y cápsulas, tópicos y hasta medicamentos.

Cómo afecta el CBD al sistema endocannabinoide

El sistema endocannabinoide  regula nuestras funciones más básicas, como el humor, el hambre y el sueño, entre muchas otras. Funciona por medio de neurotransmisores, que transmiten un mensaje, y receptores que—evidentemente—lo reciben y actúan. Curiosamente, la estructura del THC es prácticamente idéntica a la de esos neurotransmisores y, por lo tanto, puede acoplarse a los receptores y alterar el mensaje. De ahí que tenga efectos tan particulares. El CBD, sin embargo, actúa de una manera prácticamente opuesta.

Es básicamente un bloqueador. A diferencia del THC, su estructura no se parece en nada a la de los neurotransmisores del sistema endocannabinoide—no se puede acoplar a los receptores. Sin embargo, no se rinde y lo intenta constantemente; bloquea el paso del THC y, al evitar que se acople a los receptores, amaina sus efectos. Además, el CBD tiene el mismo efecto con los neurotransmisores que producimos naturalmente, como la anandamida.

También llamada la enzima de la felicidad, la anandamida se encarga, en pocas palabras, de hacernos sentir bien. Sin embargo, otra, la amida hidrolasa, la descompone. Al bloquear este mensaje, sin embargo, el CBD es capaz de alargar la vida de la anandamida con valiosas aplicaciones médicas, como el tratamiento contra la depresión y condiciones similares, entre muchas otras.

Cómo afecta el CBD al THC

Antes mencionamos que, al bloquear el paso a los receptores del sistema endocannabinoide, el CBD altera cómo el THC interactúa con él. Dijimos que, al no poderse acoplar con los receptores, sus efectos disminuyen. Esto se traduce en un “viaje” menos intenso.

Aunque la mayoría de los efectos del THC son agradables, también puede producir otros que son lo opuesto. Ansiedad, pensamientos paranoicos y ataques de pánico son solo algunos de los que suelen acompañar una sobredosis de cannabis. En teoría, el CBD tendría la capacidad de reducirlos. Muchos consumidores declaran que, efectivamente, cuando se combinan ambos cannabinoides, la experiencia es mucho más placentera. Sin embargo, existen estudios que han sugerido que dicha relación no existe.

Las cepas ricas en CBD y el efecto entourage

Este fenómeno—el impacto que unas sustancias tienen sobre otras en cómo interactúan con el cuerpo—es llamado efecto Entourage o “séquito”. Además de los cannabinoides, de existir, este involucraría también al resto de los competentes de la planta del cannabis. Es decir, los terpenos y flavonoides, que le dan su aroma y su sabor.

Sin embargo, aún se tiene que establecer cómo interactúa el CBD con ellos. Tienen, sin embargo, efectos muy similares—como propiedades relajantes—y se cree que el efecto séquito podría tener un importante impacto en el tratamiento de condiciones delicadas de salud mental.