¿Cómo usaban el cannabis los escitas?

¿Cómo usaban el cannabis los escitas?

Cómo usaban el cannabis los escitas

Muchas culturas antiguas usaban cannabis para una gran variedad de fines. Sin embargo, pocas como los escitas. Esta tribu nómada se dedicaba principalmente a dos cosas: a la cría de caballos y a la guerra. Según historiadores antiguos, el cannabis formaba una parte importante de su culto a esta última—especialmente cuando se trataba de los líderes y soldados caídos. Algunos descubrimientos de antropólogos modernos parecen confirmar estos registros.

¿Quiénes fueron los escitas?

Más que un solo pueblo, los escitas fueron un grupo de pueblos que se caracterizaban por su existencia nómada y su dedicación a la cría y comercio de caballos. La mayoría provenían de la meseta iraní, lo cual los hace antepasados de los actuales habitantes de Irán.

Solían encontrarse a lo largo de la zona que abarca Hungría, Bulgaria, Ucrania, el occidente de Rusia y Siberia. Sus costumbres y reputación fueron documentadas por otros pueblos, sedentarios y letrados, y vecinos de los escitas al sur. Heródoto, padre griego de la historia, escribió mucho sobre los escitas.

¿Cómo usaban el cannabis los escitas?

Los escritos de Heródoto documentan el uso que le daban los escitas a una planta de curiosos efectos que jugaba un papel importante en su culto a la muerte. Los rituales fúnebres para sus líderes caídos consistían en erigir una estructura similar a lo que en México conocemos como temazcal: un antiguo baño de vapor con hierbas aromáticas y de efectos medicinales. En el caso de los escitas, dicha hierba era cannabis.

Según Heródoto, arrojaban la semilla del cáñamo a las brasas y pronto, a causa del humo, empezaban a gritar en un estupor psicodélico.

Los bongs de oro de los escitas

Lo documentado por Heródoto parece haber sido confirmado por los antropólogos modernos. En 2015 se hizo público el descubrimiento de un depósito de tesoros escitas en la cordillera del Cáucaso, al sur de Rusia, de aproximadamente 2,400 años de antigüedad.

Entre tazas, collares y joyas había un par de contenedores de oro. Al someterlos a un análisis se descubrieron residuos de cannabis. La teoría más aceptada, por ahora, es que se trata de aparatos para inhalar humo—es decir, bongs.