Cuándo y cómo fertilizar tus plantas de cannabis

Cuándo y cómo fertilizar tus plantas de cannabis

Cuándo y cómo fertilizar

Cuando se trata del cultivo de cannabis, muchos de los pasos, métodos y etapas son bastante fáciles de seguir. La fertilización, sin embargo, es otra historia. Y es que esta cambia de acuerdo a la etapa en la que se encuentren las plantas, así como de la cantidad necesaria. Y es que demasiados nutrientes pueden causar problemas y arruinar el cultivo. Aquí te contamos cuándo y cómo fertilizar tus plantas de cannabis.

¿Para qué fertilizar tus plantas de cannabis?

¿Qué las plantas no crecen igual en su entorno natural, sin la intervención de los agricultores o la necesidad de fertilizantes? Claro, las plantas son perfectamente capaces de crecer así. Sin embargo, el cannabis no se cultiva por razones meramente estéticas.

Durante la última etapa de su desarrollo, producirá flores, mismas que serán cosechadas unas semanas después, así como secadas, curadas, almacenadas y consumidas. Además de la cepa, sus efectos dependerán de la cantidad de cannabinoides y terpenos que contengan, los cuales están contenidos en la resina.

Los fertilizantes impulsan a las plantas a crecer más y más rápido, así como producir flores más grandes y jugosas. Es decir, contribuyen a que produzcan una mayor cantidad de resina. En otras palabras, los fertilizantes ayudan a la creación de cannabis más sabroso y de mayores efectos.

¿Qué contienen los fertilizantes?

Los fertilizantes son unas “bombas” de nutrientes que contienen principalmente tres elementos; el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Se utilizan en proporciones distintas, indicado por su símbolo químico: NPK—o sea, Nitrógeno, Fósforo y Potasio, en ese orden. De esta manera, un fertilizante 1:1:1 tendría partes iguales de los tres elementos.

Por ser los que se encuentran en mayor cantidad, estos son llamados macronutrientes. Sin embargo, los fertilizantes también contienen elementos secundarios, entre los que se encuentran el calcio, el magnesio y el azufre. Cada uno impulsa a las plantas a realizar funciones distintas.

El calcio, por ejemplo, contribuye a la protección de las células al ayudar a la creación de las paredes celulares. También mejora la calidad del suelo o sedimento, permitiendo, así, una mejor filtración del agua.

El magnesio, por su parte, contribuye al proceso por el cual las plantas obtienen su energía: la fotosíntesis. También ayudan en la alimentación de las plantas y cómo estas metabolizan los carbohidratos.

Finalmente, el azufre contribuye a la fabricación de clorofila, que da a las plantas su característico color verde. Además, a la producción de proteínas, aminoácidos, enzimas y vitaminas. También es útil para su sistema inmunitario, ya que las protege de enfermedades.

¿Qué son los micronutrientes?

Así como existen los macronutrientes, antes mencionados, también existen los micronutrientes. Al igual que los anteriores, son nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo de las plantas, pero que necesitan en cantidades menores. Entre muchos más elementos, los más notables son el boro, el cloro, el cobre, el hierro, el manganeso y el molibdeno.

Cuándo y cómo fertilizar tus plantas de cannabis

Con frecuencia, los agricultores primerizos no están seguros de cuándo y cómo fertilizar sus plantas de cannabis. Y es que no existe una sola respuesta concreta, ya que todo depende de la etapa de crecimiento.

Cuando son plántulas

Por ejemplo, no sirve de mucho fertilizar plántulas que acaban de germinar y apenas se están asomando a la superficie. Esto quiere decir que aún no echan raíces, por lo que no podrían absorber muchos nutrientes. La mayoría de los que necesitan se encuentran, aún, dentro de la semilla.

La primera fertilización suele ocurrir cuando las plántulas desarrollan unos cuantos pares de hojas con las que, ahora sí, pueden absorber los nutrientes de los primeros fertilizantes.

La fase vegetativa

Es durante la fase vegetativa que se empieza a introducir a las plantas a los fertilizantes, usualmente con bajas proporciones, como 2:1:2. De esta manera es más difícil que desarrollen quemaduras por exceso de nutrientes.

Una vez que la fase vegetativa llega a la mitad, unas 6 semanas después de la germinación, se suele aumentar considerablemente la cantidad de nutrientes a los que se las expone. Con una proporción 10:5:7, las plantas comienzan a desarrollar ramas y hojas fuertes, que después soportarán sus flores.

Las proporciones se alteran de nuevo cuando se acerca el final de esta etapa. Ya no es necesario usar tanto nitrógeno y debe aumentarse el potasio, ya que las plantas están por empezar a desarrollar flores. Entonces, se utiliza una proporción balanceada de 7:7:7.

La floración

De nuevo, se reduce la cantidad de nitrógeno y se aumenta la de potasio. Al principio se modifican los rangos a 5:7:10. Más adelante, más o menos a la mitad de la floración, se modifican de nuevo a 6:10:15.

Para preparar a la planta para el lavado de raíces, se disminuyen las cantidades aproximadamente a 4:7:10 para que la transición no sea tan brusca.

¿Qué es un lavado de raíces?

El lavado de raíces se hace cuando las flores están prácticamente listas para ser cosechadas. Consiste en dejar de utilizar todo tipo de fertilizantes y nutrientes y regarlas solamente con agua con un pH neutro.

De esta manera, se drenan los restos de fertilizantes que permanezcan en su sistema. Esto se hace para que no afecten su sabor y aroma y, sobre todo, para que no contengan residuos químicos que puedan dañar a los consumidores.