Cultivo: ¿por qué se marchitan las hojas?
Es muy frustrante. De un día para otro descubres que algunas de las hojas de tus plantas han perdido su color y se vuelven secas y quebradizas, a pesar de todo el cuidado que les has dado. ¿Por qué se marchitan las hojas? Las razones pueden ser muchas. Aquí te dejamos las más comunes y cómo puedes atender el problema.
Las hojas se marchitan por vejez
La razón más común por la que se marchitan las hojas del cannabis es, simplemente, por la vejez. Durante la floración, las plantas redireccionan casi toda su energía restante para desarrollar las flores. Poco a poco, y empezando desde la base del tallo, algunas hojas se marchitan, pues no reciben la misma cantidad de agua o nutrientes que antes. Esto es especialmente notorio durante el lavado de raíces; cuando el agricultor deja de fertilizar las plantas como preparación para el cultivo.
Este es un proceso natural del ciclo de cultivo del cannabis y no hay medidas que tomar; sólo dejar que la naturaleza recorra su curso natural.
Exceso de sol y exceso de agua
Especialmente en los cultivos exteriores, las olas de calor, cuando son muy intensas, marchitan las hojas. Esto se debe a que pierden su humedad más rápidamente. Como, en ocasiones, ocurre de un día al otro, muchos agricultores primerizos cometen el error de sus plantas con demasiada agua para compensar. Lo mejor, más bien, es protegerlas de los rayos del sol con algo de sombra.
Y es que el exceso de agua también es causa de que las hojas se marchiten antes de tiempo, lo cual solo causa que el agricultor con poca experiencia las riegue aún más. En realidad, se debe medir la tierra y solo regarlas cuando esté seco de 3 a 5 centímetros debajo de la superficie.
Las hojas se marchitan por plagas y hongos
Las plagas y hongos es la razón más seria por la que de pronto se empiezan a marchitar las hojas del cannabis; la más difícil de atender. Evidentemente, existe una enorme variedad de productos para exterminar ambos; pero, primero, hay que identificar al culpable.
El sistema inmunitario de la propia planta es capaz de defenderla, pero sólo hasta cierto punto. Una vez que atacan hay que atender el problema antes de que termine con toda la cosecha. Sin duda, la mejor defensa es la prevención. Cultivar otras plantas, como el eneldo o la lavanda junto con el cannabis ayuda a mantener alejados a los invitados incómodos.