Luces en un cultivo interno
Mientras que, en un cultivo externo de cannabis, la Madre Naturaleza provee la luz, en uno interno, tú eres la Madre Naturaleza. Hay muchas luces que puedes usar en tu cultivo interno, dependiendo de su tamaño y cuánto quieres gastar. Aquí te dejamos una breve guía de las ventajas y desventajas de algunos tipos de luces.
Las lámparas en cultivos internos de cannabis
Primero, un par de cosas a considerar: tus plantas necesitan periodos largos de luz continua—12 horas, mínimo—. Lo mejor es encontrar un balance entre la cantidad de luz y tu economía personal.
Además, es importante mencionar que, sin importar por qué luz te decidas, debes usar esa luz exclusivamente. Una fuente externa, como el sol, puede confundir a tus plantas y causarles hermafroditismo. Asegúrate que la luz del día no se filtre a tu cultivo interno.
Cultivo interno de cannabis con LEDs
Sin duda, las LEDs son una gran opción; seguro encuentras alguna lámpara LED que vaya bien con tu espacio. Además, duran muchísimo y dan mucha luz por poca energía, o sea que tu cuenta de luz se verá poco afectada. Sin embargo, el golpe a tu cartera viene al principio, ya que no son luces nada baratas.
Cultivo interno de cannabis con HIDs
El otro lado de la moneda son las HIDs. Producen mucha luz y son mucho más baratas que las LEDs; pero son menos eficientes y más complicadas de instalar. También usan más energía y seguro aumentarán tu cuenta de luz. También tienden a calentarse, así que es casi seguro que suban la temperatura de tu cultivo.
Cultivo interno de cannabis con luces fluorescentes
Las luces fluorescentes quizá sean el punto medio entre las LEDs y las HID. Suelen ser más baratas y fáciles de instalar, y también son durables. Sus desventajas son, principalmente, su tamaño (todos conocemos esos focos largos) y que producen menos luz que las demás. Es decir, necesitarás más lámparas para alcanzar la luz deseada.
Revisa estas opciones para tomar la decisión más adecuada para tu cultivo.