El CBD, la dopamina y la anandamida
Se siguen estudiando las tantas y diversas propiedades del CBD. Por ejemplo, cómo afecta las funciones cerebrales. Y es que parece tener la capacidad de alterar la producción de algunos neurotransmisores. Eso establecería un vínculo entre el CBD, la dopamina y la anandamida, para empezar. Si es así, podría formar parte importante en los tratamientos contra males como la depresión o las adicciones.
¿Cómo afecta el CBD al cerebro?
El THC y el CBD afectan al cerebro de manera distinta. El sistema endocannabinoide, que garantiza el funcionamiento óptimo del cuerpo, funciona por medio de neurotransmisores y receptores. Estructuralmente, el THC es muy parecido a algunos de ellos, especialmente a la anandamida. Tal similitud le permite acoplarse a dichos receptores y alterar los mensajes que intercambian el cerebro y los órganos del cuerpo.
El CBD no comparte dicha similitud estructural y, como resultado, en vez de acoplarse a los receptores, los bloquea. Más que nada, tiene un efecto reductor. Parece reducir las afecciones del THC cuando se consumen juntos, por ejemplo. ¿Cómo afecta, entonces, el CBD a los neurotransmisores como la dopamina y la anandamida?
El CBD y la dopamina
La dopamina encabeza la lista de los neurotransmisores famosos. Son liberadas por experiencias que nos causan placer. Estas pueden ser un platillo especialmente delicioso o una actividad que disfrutamos, como tocar música o jugar videojuegos. También se libera dopamina durante las relaciones sexuales.
Se puede liberar artificialmente por medio de drogas como la cocaína, las anfetaminas o la nicotina. Esto suele conducir a la adicción, ya que, después de un tiempo, es imposible liberar la dopamina naturalmente.
Sin embargo, un estudio de 2017 sugiere que el CBD podría regular la producción natural de dopamina. De confirmarse, podría ser parte importante de los tratamientos para curar las adicciones.
El CBD y la anandamida
La anandamida también produce placer. De hecho, es conocida como “la hormona de la felicidad”. Se ha descubierto, por ejemplo, que personas que sufren de depresión o afecciones del humor producen menos anandamida de lo normal.
Varios estudios parecen observar que el CBD ralentiza la absorción de la anandamida. En otras palabras, promueve su permanencia en el sistema por un periodo de tiempo mayor y, como resultado, que aumenten sus niveles.