Cannabis Durante Embarazo y La Lactancia
El cannabis recreativo se ha vuelto una tendencia mundial con gran aceptación entre mujeres. Cada vez son más las mujeres que practican el consumo de cannabis recreativo durante varias etapas de su vida. Estudios han demostrado los amplios beneficios del cannabis, y aunque el THC, es una sustancia psicoactiva, no significa que quien consume cannabis se encuentre en un estado psicotrópico.
La pregunta ahora es ¿Es seguro fumar cannabis durante la lactancia? Un estudio realizado en conjunto por las universidades de Colorado y Utah en Estados Unidos, revelo que fumar cannabis durante la lactancia no es seguro, ya que el consumo de tetrahidrocannabinol (THC) es transmitido a los infantes y este podría tener consecuencias graves. Algunas de las posibles derivaciones por la ingesta de THC durante la lactancia, los menores podrían tener problemas de aprendizaje ya tensión, así como descontrol de impulsos o incluso depresión. Aunque hacen falta más estudios para determinar si fumar cannabis es seguro durante la lactancia, los investigadores tienen evidencia de que el THC puede permanecer en la sangre durante varios días y en la leche materna hasta por seis semanas.
Los estudios tenían como objetivo determinar por cuanto tiempo una madre tenía que abstenerse de fumar THC antes de comenzar a amamantar, desafortunadamente faltan muchos estudios para determinar eso. Así mismo, hay muchas mamas que consideran seguro fumar cannabis durante el embarazo. Para limitar los efectos del THC en el desarrollo del cerebro fetal, y promover la lactancia materna segura, es fundamental enfatizar la abstención de cannabis tanto al principio del embarazo como en el postparto.
De igual manera, es necesario una investigación crítica para determinar el efecto que tiene el THC en el embarazo y lactancia, ya que los efectos asociados con el consumo de cannabis en el embarazo no son concluyentes, aunque también hay evidencia de su asociación con alteraciones en el nacimiento, como bajo peso al nacer y daños en el neurodesarrollo que se mantienen en la infancia tardía y adolescencia. La buena noticia es que no se encontró ninguna asociación con otros indicadores de padecimientos como mortalidad perinatal o nacimiento prematuro.
Imagen: Stat News