Cannabis sin semilla, Sexualidad frustrada.
Cuando pensamos en plantas, a veces olvidamos que al igual que los humanos y todas las especies de seres vivos en el planeta, habemos machos y hembras, los cuales somos parte de una cadena evolutiva dependiente de la persistencia, supervivencia y mejora genética de la especie.
Todos los seres vivos, logramos la superveniencia y mejora genética de la especie, por medio de la reproducción, mezclando nuestros genes con otras variaciones genéticas de la misma especie, permitiendo que los genes dominantes ganen lugar ante los recesivos y así, mejoren cualidades para la siguiente generación.
En el tema específico del cannabis, hemos notado a lo largo de los últimos 20 años, la mejora indiscutible de la especie, no solo en cuanto a potencia y concentraciones de THC, CBD y demás cannabinoides, si no que también en temas como, apariencia, tamaños, tiempos de crecimiento, etc.
Para comprender el motivo de estas mejoras, es indispensable contemplar que el factor humano ha sido determinante para el proceso .
Naturalmente, la planta produce una resina durante su proceso de floración (reproducción) la cual contiene dentro de sus varios componentes, el THC.
Esta resina funge como la libido sexual femenino, que tiene como función, generar una capa pegajosa que recubrirá toda la flor y atrapara el polen del macho para así, poder transportarlo hasta los capullos donde se fecundara y se generaran las semillas.
En este proceso, la planta utiliza gran parte de su resina, destinándola para su función principal, que es la reproducción.
Debido a esto, las plantas que son polinizadas tienen menores concentraciones de THC que las plantas que por medio de distintas prevenciones, como la eliminación o separacion absoluta de machos, no se logran polinizar. Al no lograr polinizarse, la hembra continúa produciendo más y más resina, para intentar atrapar el polen que sería proporcionado por el macho, logrando así mayores cantidades de resina y por ende, mayores cantidades de THC.
En base a esto podemos entender, que para lograr crecer plantas con mayor producción y concentración de THC, es necesario mantenerlas en un estado de frustración sexual, manteniéndolas en una insaciable producción de resina, intentando atrapar un polen que nunca llegara.
Esta es solo una de las modificaciones por intervención humana que hemos aplicado para lograr utilizar los procesos naturales de la planta, para nuestro beneficio y objetivo personal.
Por “The Plant Man”. CDMX 2019