Acetato de THC-O: el triple de potente

Acetato de THC-O: el triple de potente

La popularidad de los extractos del cáñamo va en aumento. Y es que los productos como el THC delta-8 y delta-10 fueron creados para eludir las leyes que aún prohíben el cultivo y consumo de THC, ya que tienen efectos similares aunque más reducidos. Sin embargo, un nuevo producto, el acetato de THC-O es el triple de potente, lo que representa un potencial problema; no solo para las autoridades, sino para los activistas de la legalización del cannabis.

¿Qué es el acetato de THC-O?

El acetato THC-O es uno más de esos compuestos que se producen principalmente para evadir las leyes que prohíben el comercio de cannabis. Al igual que otros compuestos similares al THC, como el delta-8 y delta-10, el THC-O proviene del cáñamo, cuyo cultivo es legal en partes donde el cannabis no lo es. En México, incluso, prohibirlo se proclamó anticonstitucional.

A diferencia de los deltas, el acetato de THC-O no es nada nuevo. La curiosidad del ejército norteamericano hacia algunas drogas, sus efectos y su posible aplicación está bien documentada. Además de los alucinógenos, como el LSD, también investigaron a fondo la marihuana y sus derivados. Entonces, debieron ser unos de los primeros en descubrir que el THC-O es tres veces más potente que el THC delta-9; es decir, el THC convencional.

Ahora que las leyes que prohíben el cultivo y el comercio del cannabis están cambiando, se usan los extractos de cáñamo como el acetato de THC-O para fabricar THC donde el cannabis continúa prohibido. Por eso, su popularidad va en aumento. Una de las mayores preocupaciones para las autoridades es que los procesos de extracción, especialmente el de el THC-O, pueden ser extremadamente peligrosos.

¿Cómo se obtiene el acetato de THC-O?

Los extractos del cáñamo como los deltas 8 y 10 y el THC-O son precisamente eso: extractos. Es decir, imposibles de consumir sin antes someter a la planta a un proceso altamente especializado.

Como hemos visto en otros artículos, existen varios procesos de extracción, pero casi todos requieren de algún químico—hidrocarburos como el butano, por ejemplo—, los cuales son inflamables. En el caso del THC-O este compuesto es anhídrido acético que, además, es extremadamente corrosivo y puede causar quemaduras graves y hasta daño ocular serio.

Por esto mismo, se necesita equipo especializado de laboratorio, como un sistema de circuito cerrado, así como personal capacitado—no es un proceso que pueda hacerse en casa. Un accidente podría costar hasta vidas.

Para separar los cannabinoides del material de la planta se somete al cáñamo a un baño de uno de estos químicos. Como casi no contiene THC, se obtiene principalmente extracto de CBD, generalmente en forma de aceite. Este, entonces, se sintetiza aún más para obtener THC delta-8. Éste se expone al anhídrido acético y el producto resultante es THC-O, que es un líquido espeso y café, parecido al aceite de autos.

¿Qué productos se pueden hacer con acetato de THC-O?

Como el producto resultante es un extracto en forma de líquido aceitoso, es más común encontrarlo en cartuchos para vaporizadores, los cuales tienen varias ventajas sobre fumar cannabis, como la falta de olor y portabilidad.

También puede usarse para fabricar todo tipo de comestibles; principalmente gomitas y demás dulces azucarados. Finalmente, se hacen aceites y tinturas de THC-O para su consumo más directo.

Sin embargo, antes de consumir cualquiera de estos, deberías de considerar un par de cosas.

¿Es seguro consumir THC-O?

La fabricación y usos del acetato de THC-O de manera lúdica todavía está en su infancia y no hay muchos estudios que nos permitan responder a esa pregunta con certeza. La gran mayoría de la evidencia es—como en gran parte del mundo del cannabis—anecdótica, así que, si decides consumirlo, por ahora será bajo tu propio riesgo.

De inmediato surge una notable diferencia con el THC normal. Al consumirlo por medios convencionales—fumado, inhalado o en gotas de aceite o tintura debajo de la lengua—los efectos del THC tardan solo minutos en aparecer. Los del THC-O, por otro lado, tardan mucho más: de 20 minutos a media hora.

Si bien esta información es importante cuando se trata de comestibles, que toman más tiempo en hacer efecto, es el doble de valiosa cuando hablamos de THC-O, que es tres veces más potente.

También hay que tomar en cuenta lo que ya mencionamos: su manufactura todavía se está ajustando, lo que suele significar muchos productos apócrifos o hechos por personas que no están capacitadas. Qué ingredientes usaron en su proceso—y cómo fue ese proceso—, solo ellos lo saben. Lo mejor es conseguirlo, si se puede, en tiendas especializadas que puedan comprobar que su consumo ha sido previamente examinado y comprobado y es seguro.

¿Qué efectos tiene el THC-O?

Mientras que los demás extractos del cáñamo—los deltas 8 y 10—son versiones menos intensas del THC, el THC-O es lo opuesto. Sus efectos pueden ser tan pronunciados que incluso ha sido comparado con alucinógenos como el LSD.

Esto se debe a que tiene una mayor biodisponibilidad; en pocas palabras, qué tanto del compuesto está disponible para que el cuerpo lo absorba. Normalmente, el cannabis en comestibles tiene una biodisponibilidad muy baja y aquél para fumar, un poco más alta. Hay que recordar, sin embargo, que el THC-O es un extracto, los cuales tienen la biodisponibilidad más alta—cerca del 90%.

Algunos expertos creen que esto puede impactar directamente el camino hasta ahora recorrido del esfuerzo por legalizar la marihuana. Uno de los principales argumentos es que una sobredosis de cannabis no pasa de una mala experiencia; nadie ha muerto hasta ahora, a diferencia de otras sustancias legales, como el alcohol o algunos medicamentos.

El THC-O, con sus efectos tan pronunciados, tiene el potencial de cambiar esta estadística, y es posible que altere cómo los gobiernos ven al cannabis y vuelvan a colocarlo en el mismo nicho de negatividad del que ha podido escapar los últimos años.