Algunos efectos secundarios

Algunos efectos secundarios

Evidentemente, consumir cannabis viene con un paquete de posibles efectos secundarios, algunos de los cuales pueden ser beneficiales, y otros, negativos. Aquí te resumimos algunos de los más comunes para que sepas qué esperar.

Pérdida de memoria

Sí, es posible que al consumir cannabis—o después—experimentes pérdida de la memoria, o, más bien, lagunas mentales. Afortunadamente, la pérdida de memoria por consumir cannabis parece no afectar la memoria a largo plazo, o la afecta en índices muy reducidos. En cuanto a la memoria a corto plazo, sin embargo, la historia es distinta, sobre todo con cannabis alto en THC.

Paranoia

Que el cannabis pueda causar tanta ansiedad que puede llegar a convertirse en paranoia suena irónico, ya que muchos lo consumen precisamente para relajarse. Incluso se sabe que un efecto secundario es quedarse dormido, pero es verdad. Es posible que el THC afecte aquellas áreas del cerebro que procesan el miedo y nuestra respuesta a él. El consumidor incluso puede desconfiar de sus seres queridos y desarrollar un síndrome de persecución por consumir cannabis.

Relajación

Así como el exceso de THC puede causar paranoia, el CBD, el otro químico que está presente en el cannabis y que no es intoxicante, puede ayudar a disminuirla. Algunos productos fabricados con CBD se usan para tratar la ansiedad; ya sea leve, como la cotidiana, causada por las obligaciones o el interactuar con nuestro entorno; como más severa. La del estrés postraumático, por ejemplo, que tienen muchos soldados que regresan de la guerra o en aquellas personas que han sufrido un accidente en el que pudieron morir.

Efectos físicos

Además de los mentales, el consumir cannabis también tiene efectos secundarios físicos. Los ojos rojos, por ejemplo, es un cásico efecto secundario y uno de los más difíciles de ocultar. Otro es la boca excesivamente seca, así como el hambre desmesurada—los famosos munchies—. Pero, irónicamente, también es sabido que puede causar efectos secundarios que parecen opuestos, como la pérdida del apetito o hasta diarrea.