La Amanita muscaria y el muscimol

La Amanita muscaria y el muscimol

Qué son la Amanita muscaria y el muscimol

La Amanita muscaria y el muscimol tienen una relación cercana: la primera es un hongo alucinógeno con una larga historia de uso ritual y espiritual; el segundo, su compuesto activo más importante, el cual es responsable de sus efectos psicoactivos únicos.

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¿Qué es la Amanita muscaria?

La Amanita muscaria es un hongo fácilmente reconocible por su sombrero rojo con puntos blancos. Se encuentra en Europa, Asia y América del Norte y forma asociaciones micorrízicas con árboles como abetos, pinos y abedules.

Ha sido utilizada durante siglos por culturas indígenas, especialmente en Siberia, donde se le atribuyen propiedades mágicas y visionarias. No se trata de un hongo comestible común; su consumo debe hacerse con extremo cuidado debido a sus compuestos activos psicoactivos.

¿Qué compuestos contiene la Amanita muscaria?

Los principales compuestos activos de la Amanita muscaria son el ácido iboténico y el muscimol. El ácido iboténico se transforma parcialmente en muscimol cuando el hongo se seca o cuando el cuerpo lo metaboliza.

El muscimol es el principal responsable de los efectos psicoactivos del hongo. Otros compuestos como la muscazona y pequeñas cantidades de muscarina también están presentes, pero carecen de un papel principal en la experiencia psicoactiva.

¿Qué es el muscimol y cómo actúa?

El muscimol es un alcaloide psicoactivo que actúa como agonista del receptor GABA A, el cual es clave en la inhibición del sistema nervioso central. Al estimularlo, el muscimol produce sedación, cambios en la percepción y ensoñaciones.

A diferencia del THC o de los alucinógenos clásicos como la psilocibina o el LSD, el muscimol no genera efectos visuales tan coloridos o eufóricos. Su experiencia suele describirse como introspectiva, onírica y a veces desorientadora.

Efectos del muscimol en el cuerpo humano

Los efectos del muscimol pueden manifestarse entre 30 minutos y 2 horas después de la ingesta. Los síntomas más comunes son, entre otros:

  • Relajación profunda y somnolencia.
  • Cambios sensoriales y percepción del tiempo alterada.
  • Efectos alucinógenos leves o moderados.
  • Náuseas, vómitos y descoordinación motora.

En algunos casos se reporta una sensación de estar soñando despierto. Algunas personas experimentan visiones internas, mientras que otras pueden tener episodios de confusión o pérdida del equilibrio.

Fases de la experiencia con Amanita muscaria

La experiencia con este hongo suele dividirse en varias fases:

  1. Fase inicial: aparece somnolencia, letargo o náuseas.
  2. Fase de ensoñación: el usuario entra en un estado alterado de conciencia, a menudo similar a estar dormido pero despierto.
  3. Fase de recuperación: puede incluir sudoración, temblores y un retorno lento al estado normal.

Es necesario mencionar, sin embargo, que dichas fases varían mucho entre un individuo y otro. Algunas personas pueden experimentar euforia o estimulación en lugar de sedación, especialmente si la dosis es baja o el hongo ha sido preparado de una forma específica.

Diferencias entre muscimol y otros alucinógenos

El muscimol es único entre los compuestos psicoactivos. No actúa sobre la serotonina como otros alucinógenos clásicos. Tampoco genera “viajes” visuales intensos ni estados místicos como los que produce la ayahuasca o los hongos psilocibios.

El efecto del muscimol está más relacionado con el sueño, la introspección y la desconexión del entorno. Por esta razón, se lo compara más con un “viaje onírico” que con una experiencia psicodélica tradicional.

¿Es seguro consumir la Amanita muscaria?

Consumir Amanita muscaria sin conocimiento puede ser peligroso; la potencia varía mucho entre ejemplares. Una dosis demasiado alta puede provocar vómitos intensos, convulsiones o estados prolongados de desorientación.

El ácido iboténico es neurotóxico en grandes cantidades. Secar el hongo correctamente ayuda a reducir su toxicidad, pero no elimina los riesgos. No es un hongo recreativo recomendable para principiantes o para quienes buscan experiencias similares a otros enteógenos.

Sobre todo, es importante no confundir la Amanita muscaria con otras amanitas tóxicas, como la Amanita phalloides, que es mortal. La identificación correcta es esencial.