Cannabis y Psicosis
Desde que se empezó a hablar de cannabis más abiertamente, su consumo ha sido ligado a temas de salud mental. Los anuncios conservadores de los 50s y 60s advertían que su consumo podía tener resultados terroríficos. Si bien su meta era esparcir miedo en lugar de informar, los estudios de los daños y consecuencias de consumir cannabis no se han detenido. La relación entre cannabis y psicosis ha resultado ser un tema delicado y complicado, como ocurre con cualquier sustancia—de uso lúdico o medicamento—. En resumen, aún no hay una respuesta clara sobre si uno es causa del otro.
¿Qué son las psicosis?
Las psicosis son enfermedades mentales en las que quien las sufre deja de distinguir lo real de lo que no lo es. O, mejor dicho, percibe una realidad distinta a la que percibimos los demás; sufre de alucinaciones u otros tipos de percepciones alteradas.
Las psicosis pueden ser temporales o duraderas. Alguien puede sufrir un episodio psicótico, por ejemplo, sin nunca haber presentado síntomas, y puede no sufrir de otro en su vida.
Con ello en mente, también podemos asegurar que las psicosis pueden ocurrir de manera espontánea o como resultado de un sinfín de factores que se pueden acumular por años. La genética también es un factor. Alguien que proviene de una familia con historial de psicosis puede tener predisposición a sufrirla él mismo.
Se sabe que las anfetaminas causan psicosis
Mientras que la evidencia de que el cannabis puede causar psicosis todavía es debatible, la de las anfetaminas no lo es. Se sabe que su uso constante y prolongado puede conducir a episodios psicóticos, ya que actúan en el sistema nervioso.
Su uso frecuentemente lleva a tener alucinaciones y delirios de persecución, los cuales, a su vez, pueden conducir, evidentemente, a comportamientos anormales. Lo más probable es que dichos episodios sean temporales—que duren lo que le tome al cuerpo metabolizar las anfetaminas—pero los episodios pueden ser muy severos y peligrosos.
En algunos casos, el uso de anfetaminas es legal. Es común que se usen para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, por ejemplo. Por lo tanto, su prescripción está muy controlada. No así con las metanfetaminas.
Obviamente, los adictos a las metanfetaminas son quienes las consumen por periodos más largos y constantes, y es bastante común que presenten frecuentes episodios psicóticos.
Drogas psicodélicas y la psicosis
Otro tipo de estupefacientes—como el LSD—causan efectos distintos. Se llaman psicomiméticos, porque imitan efectos de la psicosis, lo cual no quiere decir que los causen. Sin embargo, desde hace tiempo existe la teoría de que sí pueden pasar, de ser miméticos, a disparar psicosis reales. Sin embargo, esta relación aún no ha sido comprobada con evidencia dura.
Sea cual sea el caso, es difícil negar que las drogas psicodélicas tienen un efecto poderoso en el cerebro y sistema nervioso. Así que, al igual que con cualquier otra sustancia que afecta nuestra percepción, deberían ser consumidas con mucho cuidado.
El cannabis y la psicosis
Entonces, ¿en qué quedamos con el cannabis y la psicosis? ¿Su uso puede tener tales consecuencias? La respuesta, como suele ser, no es muy clara. Es posible; pero, también, es posible que no.
El cannabis alto en THC es psicomimético, y se sabe que abusar de él puede conducir a sufrir episodios de paranoia. Normalmente se considera que estos pasan en unos cuantos minutos, cuando disminuyen los efectos de la droga naturalmente; pero también es posible desarrollar una adicción.
Sin embargo, es muy difícil de analizar al cannabis, ya que es un tema muy amplio. Hace tiempo que el cannabis no es una sola cosa; no hay de un solo tipo, y, sobre todo conforme va aumentando su legalización, cada vez hay más. Incluso hay con índices muy bajos—o ninguno—de THC.
El uso prolongado del cannabis y la psicosis
La adolescencia es la edad en la que empezamos a experimentar, y, sin duda, el cannabis es una de las cosas que más llaman la atención de los adolescentes, especialmente porque todavía es ilegal en muchos lugares.
Desgraciadamente, es ampliamente aceptado que los efectos del cannabis sobre los cerebros que aún están en desarrollo pueden aumentar las posibilidades de desarrollar psicosis en la adultez.
Claro que realizar este tipo de estudios es extremadamente difícil, ya que requiere un seguimiento por años. Es posible que el ADN y factores como estrés, nivel socioeconómico y simple experiencia normal de vida tengan algo que ver. Igual que con la depresión, es difícil decir si el consumo de cannabis conduce a una psicosis, o si aquellos que son propensos a desarrollarla, también son más propensos a consumir cannabis.
Entonces, ¿hay una relación directa entre cannabis y psicosis?
Sabemos que es frustrante, pero la mejor respuesta que tenemos por ahora es que es difícil asegurarlo. No todos los consumidores son iguales y, como el resto de las condiciones que, se dice, puede ocasionar el cannabis, todo depende de su consumo.
Si hay una relación directa entre cannabis y psicosis, de todas maneras, estaría directamente relacionada al tipo que se consume, la cantidad y por cuánto tiempo. Hoy en día existen cepas con contenidos muy altos de THC, que es la sustancia que, en todo caso, estaría más ligada a producir psicosis; pero también hay otras con cantidades bajas o nulas. Cepas que parecen ser de la preferencia del consumidor promedio.
Quienes consumen cannabis también suelen tomarse una pausa de tolerancia de vez en cuando. Esto puede reducir los riesgos desagradables del cannabis, sean psicóticos o de algún otro tipo.En fin, mientras no haya más evidencia de una relación directa entre cannabis y psicosis, se debe mantener esa vieja máxima del consumo de cualquier sustancia: no excederse y consumir con responsabilidad.