Cómo el THC afecta el sueño
No hay duda de que el cannabis ayuda a dormir—sobre todo aquél con altos índices de THC. Por eso lo toma tanta gente que busca aliviar alguna de sus perturbaciones, como el insomnio o el sueño inquieto. Sin embargo, su uso prolongado puede reducir sus beneficios, así como otras afectaciones por cómo el THC afecta el sueño. Sigue esta guía para saber por qué este remedio, por muy efectivo que sea en un principio, puede dejar de funcionar, así como cambiar qué y cómo sueñas.
Las funciones del sueño
Dormir y los sueños nos han fascinado desde que nuestra especie tiene uso de razón por sus características tan extrañas. Se les han considerado, desde predictores del futuro, hasta el espacio predilecto de seres celestiales o de realidades alternas donde nos revelan información esencial. Y hemos documentado esta fascinación, desde el medievo, hasta la modernidad.
Por ello sorprende lo poco que sabemos de ellos. Para empezar: ¿por qué dormimos? Los humanos dormimos distinto a otras especies, que mantienen un estado de alerta. Nosotros, por otro lado, al estar dormir, estamos terriblemente vulnerables.
Se han ideado varias teorías de por qué dormimos. Las más populares tienen que ver con cómo procesamos información. El cerebro ordena la relevante y desecha la innecesaria en un proceso que, a su vez, parece hacernos soñar; un intento involuntario de crear una narrativa y darle sentido.
Las dos etapas del sueño
Aunque existen varias, que recorremos desde que nos acostamos hasta que nos levantamos, la mayoría del tiempo que estamos dormidos alternamos entre dos etapas de sueño. El sueño MOR, Movimiento Ocular Rápido, es más conocido por sus siglas en inglés—REM, Rapid Eye Movement—, pero también existe aquella sin MOR.
Seguido, hemos visto al sueño MOR representado en películas y programas de televisión. Es aquel en el que los ojos del durmiente se mueven rápidamente de un lado a otro bajo sus párpados. Evidentemente, esto no ocurre en el sueño sin MOR.
No es difícil deducir que el sueño sin MOR es más profundo que con MOR: el cerebro está mucho más activo durante este último, ocupado con organizar la información. Por ello, se cree que esta etapa es esencial para el aprendizaje y otras actividades cognitivas.
La actividad cerebral disminuye durante el sueño sin MOR, que es cuando dormimos más profundamente y tenemos sueños menos vívidos. El tipo de sueño que tenemos cuando estamos más cansados estamos; estado que usa el cuerpo para recuperarse. Contraintuitivamente, si esto es cierto, quiere decir que soñamos más y más vívido cuando estamos menos cansados.
Al dormir alternamos entre ambos tipos de sueño. Cuánto dura cada uno de estos ciclos está directamente relacionado con cuánto descansamos. El THC afecta precisamente a estos ciclos.
Cómo el THC afecta el sueño
Si lo consumes regularmente, te habrás dado cuenta que el cannabis afecta nuestras funciones más básicas; no solo nos referimos al sueño, sino el hambre, nuestro estado de alerta… hasta nuestros impulsos sexuales. Esto es porque afecta a nuestro sistema endocannabinoide.
Este sistema produce endocannabinoides que se unen a los diversos receptores de nuestras células para interpretar y enviar diversos mensajes: “tienes hambre”, “tienes sueño”, “estás de buenas”…. Cuando los cannabinoides del cannabis se unen a dichos receptores, causan una confusión y alteran dichas señales, lo cual puede ser beneficial o perjudicial.
El THC—el cannabinoide más célebre—tiene una predilección por unirse a nuestros receptores CB1, o sea, los de las neuronas. Causa el “viaje” de marihuana porque afecta nuestra percepción. También, nuestro sueño.
Antes, el consumo de THC ha sido ligado a un aumento de sueño sin MOR. Es decir, quienes lo consumen duermen más profundamente y por más tiempo. Sin embargo, existen varios factores que hacen que los efectos sean distintos de un consumidor a otro. Estos pueden ser tan simples como edad, peso, sexo y hasta frecuencia de consumo.
Diferencias entre frecuencia de consumo
Aquellos que no consumen THC regularmente tienen mayores probabilidades de que este les funcione para tratar sus deficiencias de sueño. Probabilidades que se van reduciendo conforme aumenta la frecuencia de consumo.
Y es que, entre más exponemos a nuestros receptores al THC, estos se irán acostumbrando más y más; necesitan aún más THC para causar los mismos efectos que antes. Es decir, presentamos un aumento de tolerancia. Por ello, aunque el cannabis funcione como somnífero, con el tiempo, tu cuerpo se acostumbra y su efectividad disminuye hasta—quizá—desaparecer.
La única manera de reducir la tolerancia es suspendiendo el consumo de cannabis. Lo trágico es que esto te podría traer los mismos males que te condujeron a buscar un remedio en el cannabis en primer lugar.
Cómo el THC afecta la falta de sueño
Si dejas de consumir THC, los tiempos de los ciclos de sueño con y sin MOR vuelven a verse afectados; se reduce el sueño sin MOR y aumenta el sueño MOR. Esto resulta en un sueño mucho más agitado y ligero. Quienes suspenden el consumo de THC abruptamente pueden sufrir de un irónico insomnio y otras afecciones similares, así como un aumento de pesadillas.
No es nada serio, ya que es una etapa que se cura con el tiempo.
Entonces, ¿qué hago?
La mejor manera, si vas a acudir al cannabis para tratar un déficit de sueño, es hacerlo solo temporalmente; y, después, irlo dejando poco a poco, reduciendo las dosis. Lo mejor y responsable, es consultarlo con un doctor y evitar automedicarse.