Cómo hacer cannabis en polvo casero

Cómo hacer cannabis en polvo casero

Cómo hacer cannabis en polvo casero

Así es, vivimos en un mundo donde existe el cannabis en polvo. Y las buenas noticias no terminan ahí. Resulta que no necesitas equipo industrial o exclusivo de fábricas; hacer cannabis en polvo casero es muy fácil y solo necesitas un par de ingredientes.

¿Qué es el cannabis en polvo?

El cannabis en polvo es precisamente lo que te imaginas: marihuana pulverizada que se puede disolver en agua y usar de una gran cantidad de maneras distintas.

Antes, para que surtiera efecto, había que disolver el cannabis en un agente graso, como la mantequilla, la leche o el aceite de coco. Y es que los cannabinoides también son lípidos y, por lo tanto, repelentes al agua.

Sin embargo, recientemente se descubrió que, al agregar un emulsionante rico en carbohidratos, los cannabinoides se vuelven hidrofílicos—o sea, que pueden absorber agua. Además, es posible que el cannabis en polvo tenga una mayor biodisponibilidad. O sea, que es más intenso que otros productos.

Por lo tanto, se recomienda tomar precauciones; empezar con dosis pequeñas e irlas aumentando poco a poco de acuerdo a los efectos que causa.

Ingredientes

Para preparar cannabis en polvo casero necesitas los siguientes ingredientes:

5 g de la cepa de tu preferencia.

32 g de aceite de coco.

150 g de maltodextrina.

½ cucharadita de lecitina de girasol en polvo.

Cómo hacer cannabis en polvo casero

Muele el cannabis con un molino sin que quede demasiado fino.

Forra una charola para hornear con papel encerado y extiende el cannabis lo más posible. Mete la charola al horno a 115º centígrados y cocina por unos 45 minutos para que la hierba se descarboxile. Para mejores resultados, saca la charola a los 22 minutos aproximadamente y agítala.

Saca el cannabis del horno y échalo a un frasco de vidrio. Añade aceite de coco y la lecitina de girasol. Revuelve para mezclar los ingredientes y cierra el frasco.

Ponlo a hervir en una olla llena con agua hasta la mitad por 2 horas, rellenando cuando sea necesario. Cuela la mezcla del frasco con un manto de cielo. Añade la maltodextrina y revuelve bien.

Cuela el polvo con la manta de cielo o un colador fino y almacénalo en un frasco de vidrio.