Cómo hacer sangría con cannabis
Típica bebida veraniega, las sangrías son muy fáciles de hacer. Simplemente se sazona el vino tinto con unos cuantos ingredientes, como frutas o canela, y se sirve helado en un día caluroso. Y, si ya le vamos a agregar tantas cosas, ¿por qué no hacer un poco de sangría con cannabis?
¿Qué es la sangría?
La sangría consiste en una combinación simple: vino tinto con otros ingredientes. A veces, otras bebidas, como el agua de limón, aunque también es muy común mezclarlo con algún refresco gaseoso. En ocasiones, también se le agregan otros licores; azúcar, de ser necesario, y trozos de fruta. También existe la sangría sin alcohol.
El origen de la sangría es europeo, pues proviene de la península ibérica. En España y Portugal se convirtió en un símbolo de su gastronomía. Tanto, que es la bebida española más conocida internacionalmente.
Ingredientes para hacer sangría con cannabis
Para hacer sangría con cannabis necesitas, primero que nada, una botella de vino tinto. Aunque, cuando se cocina con él, no importa su calidad, esta regla no aplica en esta ocasión, pues es el ingrediente que aporta la mayor cantidad de sabor. Es decir, compra un vino de calidad.
También, Frutas. Las naranjas y los limones son las predilectas para la sangría. Lávalos y córtalos en rebanadas. Puedes mezclar variedades de ambas, incluyendo mandarinas y limones amarillos. Una mezcla de moras congeladas son una mejor opción para enfriar que el hielo.
Una ramita de canela le dará un ligero picor. Y, hablando de elevar, una tintura de cannabis a base de alcohol.
Cómo hacer sangría con cannabis
Como podrás imaginarte, el proceso es muy sencillo; solo necesitas una jarra o jarrón que pueda taparse.
Echa las rebanadas de naranja y limón y tritúralos lo más posible con una cuchara o espátula de madera para extraer su jugo.
A continuación, vierte el vino, la tintura de cannabis, las moras congeladas y la ramita de canela. Revuelve ligeramente para integrar todos los ingredientes y mete la jarra al refrigerador por 12 horas como mínimo.
Cuela la sangría antes de servirla fría y con hielo. Agrega fruta al gusto.