Diferencias entre el cannabis de los 60s y el actual
Es difícil no asociar el consumo de cannabis con los 60s, la década en la que se volvió más mainstream, según se diría en inglés. Evidentemente, existen varias diferencias entre el cannabis de los 60s y el actual; sin embargo, aún se pueden conseguir cepas muy similares a las originales.
El cannabis de los 60s, a diferencia del actual, era de un solo tipo
Todo el cannabis del mundo proviene de dos especies, sativas e índicas. Las primeras gozaron de gran circulación mundial durante los 60s. Mientras, las segundas, nativas de regiones de medio oriente en Afganistán y Pakistán, se tardaron un poco más en volverse populares.
Hoy en día es relativamente fácil conseguir semillas de índicas para cultivarlas (en lugares donde el comercio de la marihuana es legal); pero, en los 60s, la historia era diferente. La marihuana era casi exclusivamente de sativas, que es más alta y de hojas más delgadas. No fue sino hasta la década siguiente que se comenzó a experimentar para empezar a crear todo tipo de cepas con una gran variedad de efectos.
¿Aún existen las cepas del cannabis de los 60s?
La experimentación con cepas que comenzó en los setenta se enfocó en un par de cosas: producir cannabis con índices más altos de THC y deshacerse de las características no deseadas de las cepas originales. Para esto, se crearon híbridos; cruzar sativas con índicas, que poco a poco empezaban a aparecer.
Una de las mayores diferencias entre el cannabis de los 60s y el actual es que, desde entonces, se han creado cepas mucho más potentes y con efectos más específicos que las Thai, Durban Poison y Acapulco Gold originales, entre otras. Por ello, aunque aún existen, no son cultivadas en grandes cantidades.
¿Puedo conseguir las cepas originales?
A pesar de que no son cultivadas en grandes cantidades, aún es posible conseguir las cepas originales en tiendas especializadas. Estas se conocen como cepas de “herencia”, o bien, con su nombre en inglés—heirloom.
Más que una reliquia, más bien son “copias” de las originales. Aunque mantienen su información genética, el tiempo, los métodos de cultivo y hasta el clima y medio ambiente, han alterado sus características originales considerablemente.