El método de consumo y la biodisponibilidad
No todo el cannabis que ingerimos va a dar a nuestro torrente sanguíneo. De hecho, la cantidad que llega, y provoca sus efectos, es mínima; a duras penas pasa el 30%. Hay muchos factores que afectan este fenómeno, como la relación que existe entre el método de consumo y la biodisponibilidad.
¿Qué es la biodisponibilidad?
Solamente una fracción de las sustancias que ingerimos llegan a nuestro torrente sanguíneo y nos causan algún efecto. El resto son absorbidas o desechadas por otras partes del cuerpo. Este es el caso, tanto del cannabis como los medicamentos que consumimos y se llama biodisponibilidad.
Por eso se mide en porcentajes. Una biodisponibilidad del 100%, por ejemplo, significaría que aprovechamos el total de la sustancia. Claro que eso no existe. Los comestibles, como las gomitas de CBD, tienen solamente 6% de biodisponibilidad y desperdiciamos el otro 94%.
Cómo afecta el método de consumo a la biodisponibilidad
El método de consumo de cannabis de tu preferencia—fumarlo, comerlo, inhalarlo, untarlo—afecta considerablemente la intensidad y los efectos que te produce por su biodisponibilidad.
El CBD, por ejemplo, tiene una biodisponibilidad solamente del 6% cuando se consume como comestible, pero esta aumenta considerablemente cuando se aplica directamente a la piel, en ungüento o parche transdérmico. De hecho, se absorbe 10 veces más efectivamente que el THC.
Sin embargo, el THC gana cuando se come o, mejor aún, se inhala. Su biodisponibilidad entonces puede aumentar hasta el 12% para los primeros o—no es de sorprender a nadie—de 30 a 50% cuando es absorbido por los pulmones.
Alteraciones al método de consumo para mejorar la biodisponibilidad
Hay cosas que el usuario puede hacer para mejorar la biodisponibilidad de sus productos de cannabis. En el caso de los comestibles—los que tienen menor biodisponibilidad—es combinarlos con agentes grasos, como el aguacate.
En el caso de fumarlo, puedes tratar de disminuir lo que se pierde con el humo que no se inhala. Para hacerlo es solo modificar la manera en que fumas, aumentando el número de toques que das por porro. Otra manera es fumar por medio de vaporizadores, que no desprenden humo.