Qué esperar de ese primer dab
El dabbing puede ser un método de consumo intimidante: el equipo necesario parece salido de algún laboratorio y el proceso de consumo es similar al de otros estupefacientes, como el crack. Además, es posible que un consumidor principiante tenga una mala experiencia la primera vez. Para evitarlo, planea bien para saber qué esperar de ese primer dab, desde qué consumes y con quién.
¿Qué es dabbing?
Entre los múltiples métodos de consumo, el dabbing seguramente es de los más intimidantes, tanto por el equipo que se requiere, así como el producto, que, para muchos, es nuevo y extraño.
El dabbing consiste en evaporar concentrados de cannabis e inhalar su vapor. Esto se logra con una pipa de agua similar a un bong, llamada dab rig (algunos ejemplos aquí). En vez de un bowl (o tazón) relleno de flor que luego se enciende, el dab rig tiene una plataforma—llamada nail—que se calienta a altas temperaturas con un encendedor tipo soplete y para luego evaporar el producto.
Éste, en vez de tratarse de flor de cannabis molida, es un pedazo pequeño de concentrado o extracto de una variedad de consistencias; aceitoso, viscoso o sólido (aquí tienes algunos ejemplos).
Sobre todo, este último hace que muchos consumidores se formen una idea equivocada sobre el dabbing y se sientan intimidados. Y ¿quién puede culparlos? Finalmente estás evaporando una pequeña piedra, medio transparente, color ámbar, e inhalando su vapor—se parece mucho a consumir crack.
Evidentemente, no es el caso; el dabbing es solo un medio de consumo más de cannabis, y uno que cada vez se vuelve más popular. Y—siempre y cuando tomes tus precauciones—puede ser muy satisfactorio.
Ventajas y desventajas del dabbing
Muchos usan el dabbing para reducir o reemplazar el hábito de fumar cannabis. Y es que, en general, se cree que inhalar vapor es mucho más saludable que inhalar el humo de material chamuscado, aunque es posible que en el dabbing no estés del todo libre de ese riesgo.
Como los concentrados de cannabis se hacen en un laboratorio, muchos de ellos son diseñados para disfrutar sus sabores, que pueden ser mucho más “limpios” que los de la flor. Y es que el perfil de sabor de sus terpenos no se mezcla con el sabor a quemado ni con el resto de los elementos de la flor. Además, contienen un índice mucho más alto de cannabinoides—aproximadamente 80%. Un solo toque puede ser suficiente para durarte todo el día.
Al mismo tiempo, esto es una desventaja para los consumidores principiantes, aunque regularmente consuman cannabis por otro medio. Si no se consume con precaución, sus efectos más pronunciados pueden resultar fácilmente en una experiencia altamente desagradable.
Consume ese primer dab en un ambiente relajante
No nos referimos a un spa a la orilla del mar en medio del Caribe. Simplemente, un lugar donde puedas estar tranquilo y, sobre todo, rodeado de personas que tengan tu bienestar en mente y te ayuden a disfrutar de ese primer dab. Si tienes amigos o conocidos que, además, consumen cannabis por este medio con regularidad, mejor aún—siempre es bueno tener un guía.
Alguien así puede explicarte todo el proceso antes de empezar; qué va a pasar; cómo debes inhalar y cuánto; qué vas a sentir tras ese primer toque, etc. Además, un grupo de conocidos puede ser muy útil si ese primer dab resulta demasiado fuerte de todos modos. Puede convertirse en un grupo de apoyo capaz de reducir los sentimientos de ansiedad y paranoia y demás efectos desagradables de las dosis altas de THC.
Un grupo de consumidores experimentados tampoco te hará consumir más de lo que debes alegando orgullo o competencia. El punto, a fin de cuentas, es que disfrutes la experiencia lo suficiente como para querer volver a hacerlo.
Ese primer dab debe ser una dosis pequeña
La ley de siempre: consume la menor dosis posible. No nos referimos solo al tamaño del dab sino, además, a la cepa que elijas—o elijan por ti.
Como se extraen directamente del cannabis, los concentrados provienen de cepas específicas. Esto resulta en dabs con una gran variedad de efectos por sus diversos niveles de THC y demás cannabinoides. Lo mejor es elegir una cepa cuyos efectos no sean tan pronunciados, ideal para consumidores principiantes. De nuevo, si tu guía o guías están preocupados por que tu primera experiencia sea placentera, no tendrán problema en usar un concentrado quizá menos intenso al que suelen usar.
Los consumidores experimentados no solo saben cuánto es una dosis apropiada para un principiante, sino cómo colocarla en el nail. Por su variedad de consistencias, los concentrados son difíciles de manipular, por lo que normalmente se usa una herramienta llamada dab tool o dabber.
Disfruta los efectos y el sabor de ese primer dab
Lo primero que notarás será el sabor más puro, que no sabe a humo o a carbonizado, resultado inevitable de fumar. De hecho, muchos consumidores prefieren el dabbing para disfrutar los sabores de las diversas cepas de cannabis. Por eso te recomendamos que, para tu primer dab, elijas una cepa con un sabor que disfrutes.
Si todo sale bien, e inhalas una cantidad apropiada de concentrado, además, sentirás cómo los efectos te envuelven rápida, mas no abruptamente.
Dale tiempo; espera de 20 minutos a media hora. Para entonces, habrás aterrizado de nuevo y podrás juzgar exactamente cómo te sientes y si necesitas otro toque (y hazle caso a tu guía si te dice que no conviene—no insistas).
Generalmente, con el dabbing, uno solo es suficiente para consumidores principiantes. Si crees que ese es tu caso, no abuses. Disfrútalo y planea tu siguiente dab con el mismo cuidado para seguir disfrutando de este método de consumo tan particular.