Fumadores secundarios de cannabis
Aunque todos sabemos lo que es un “fumador secundario”, es un término que más bien asociamos con el tabaco. Sin embargo, muchos se preguntan, ¿hay fumadores secundarios de cannabis? Es decir, si fumo cannabis, ¿puedo dañar a mis seres queridos que no consumen? Quizá no te guste la respuesta; pero es necesaria para hacernos consumidores más responsables, especialmente ahora que el cannabis cada vez se vuelve más legal y, además, popular.
¿Qué es un fumador secundario de tabaco?
Primero que nada, valdría la pena revisar lo que es un fumador secundario para aquellos que aún no lo sepan o se les haya olvidado que algo así existe. También llamados “fumadores pasivos”, son aquellos no fumadores que, de todos modos, están respirando constantemente el humo que proviene de un fumador, ya sea el que exhala o el que produce su cigarro.
Con frecuencia, y trágicamente, suelen ser los seres queridos del fumador; con los que comparten los espacios cerrados. Es decir, su familia. Sin quererlo, los fumadores pasivos consumen los mismos químicos que el fumador, y, por lo tanto, están sujetos a los mismos riesgos y consecuencias graves, como problemas respiratorios o hasta cáncer. Por obvias razones, el índice de estos riesgos está directamente ligado a la cantidad de producto que consume el fumador: si esta es mucha, el riesgo es mayor.
¿Hace daño fumar cannabis?
Igual que el tabaco, el cannabis es una planta, y tiene un proceso de secado y almacenamiento muy similar. Sería ingenuo pensar que, al quemarla para consumirla, como se hace con los porros o cigarrillos, el cannabis sería inofensivo.
Primero que nada, y aunque algunos estudios apuntan a que el daño que causa el fumar cannabis es menor al de fumar tabaco, de todas maneras, daña. A fin de cuentas, quien fuma cannabis está ingiriendo humo, una actividad que a todas luces es poco saludable—la misma, solo en menor medida, que la de las víctimas de incendios.
Así, el constante y duradero consumo de cannabis por medio de quemarlo puede resultar en condiciones y enfermedades respiratorias no tan distintas que al fumar tabaco. Desde tos crónica y alta producción de saliva, hasta enfermedades más serias de los pulmones como la neumonía. También puede reducir la eficacia del sistema inmunológico.
Fumadores secundarios de cannabis
Entonces, así como los fumadores secundarios de tabaco existen, también existen los fumadores secundarios de cannabis, que constante e involuntariamente, están consumiendo el humo del hábito de un ser querido.
Para comprobarlo, se han hecho varios estudios. Uno de los más importantes, realizado por la Universidad de California, expuso a un grupo de ratas al humo del cannabis y midió cuánto se dilataban sus arterias. Las arterias de cualquier ser vivo se dilatan y se contraen naturalmente para regular el flujo sanguíneo. Algunos estudios con tabaco han demostrado que la dilatación arterial disminuye cuando la persona es expuesta al humo—voluntaria o involuntariamente.
Después de medir el índice de dilatación arterial de cada rata individualmente, fueron expuestas al humo de cannabis. Después, se volvió a medir su índice de dilatación y descubrieron que se había reducido dramáticamente. El efecto permanecía, incluso, hora y media después de estar expuestas al humo de cannabis.
¿No era causado por los químicos de cannabis?
Una duda que surgió fue si la reducción en la dilatación arterial era culpa de la combustión de la planta o de los químicos que contiene, el THC y CBD, entre otros; y si su cantidad y/o concentración la afectan.
Para comprobarlo, los investigadores repitieron el experimento usando cannabis que no contuviera ningún tipo de cannabinoides y el efecto se repitió. Las ratas, una vez más, presentaban una reducción de dilatación arterial. No pudieron concluir otra cosa que es la planta en sí, y no los cannabinoides que contiene, la culpable.
¿Cómo puedo evitar que mis seres queridos sean fumadores secundarios de cannabis?
La solución para no dañar a tus seres queridos, si no quieres cambiar tus hábitos de consumo de cannabis, sería no consumirlo en casa y, en su lugar, hacerlo en otro lado; evitando así las áreas de convivencia familiar. Pero claro, esto es mucho más fácil decir qué hacer.
Al día de hoy, consumir cannabis en lugares públicos todavía es ilegal; pero, además, en muchos casos, también es ilegal fumar cualquier otra sustancia, como el tabaco. Solo hay que recordar la cantidad de lugares libres de humo de tabaco que hay, como restaurantes, bares y demás lugares sociales—hasta hoteles enteros. Y esta prohibición solamente va en aumento. Es lógico pensar que, aunque fuera legal el consumo de cannabis, seguiría estando prohibido fumar en esos mismos lugares.
Afortunadamente, en el mundo del consumo de cannabis existen muchas alternativas que el tabaco no tiene.
Muchos optan por usar un vaporizador para consumirlo más saludablemente, ya que es vapor en vez de humo. La verdad es que todavía no se ha llegado a un consenso de qué tan saludable o dañino es esta actividad. Lo que es inescapable, es que de todos modos se está usando combustión para crear la temperatura suficiente para vaporizar un líquido. Además, en muchos lugares, como en México, los vaporizadores son ilegales.
Sin embargo, existen muchos otros productos fabricados con cannabis que otorgan los mismos resultados que los porros, como los dulces y demás consumibles. Todos hemos escuchado hablar de los happy brownies, ¿no?