Cómo hacer aceite de cannabis casero con solvente
Generalmente, las extracciones de cannabis con solventes deben dejarse a los profesionales. Sin embargo, hay una manera de hacer aceite de cannabis con un solvente lo suficientemente segura para hacerla en casa: con alcohol isopropílico. Sólo necesitas un par de herramientas—y mucho cuidado.
¿Qué es el aceite de cannabis con solvente?
Evidentemente, este no es un aceite de cocina. Para ése tenemos esta otra receta. Éste se consume igual que otros productos de cannabis—ya sea por sus propiedades medicinales o lúdicas. Es decir, produce los mismos efectos que fumarlo o ingerirlo.
Con el uso de solventes se pueden separar los compuestos del cannabis del resto de la planta. Es decir, hacer extractos. Generalmente, este método debería ser reservado para profesionales que trabajan en laboratorios con el equipo adecuado. Sin embargo, hay un extracto con solventes que puede hacerse en casa.
Ingredientes y herramientas
Para hacer aceite de cannabis casero con solvente necesitas: aproximadamente 45 gramos de flor de cannabis descarboxilada, 2 litros de etanol*, 2 platos hondos, 1 espátula de plástico, 1 colador o manta de cielo, 1 liga, 1 olla arrocera o express, 1 jeringa y 1 clip.
El alcohol isopropílico es fácil de conseguir en cualquier tienda de productos para el hogar, o hasta en línea. A pesar de ser común, se recomienda tener extremo cuidado al manipularlo, ya que es inflamable y puede ser irritante.
Cómo hacer aceite de cannabis casero con solvente
Pon el cannabis en uno de los platos hondos y sumérgelo en etanol. Revuelve con la espátula de plástico y, de vez en cuando, presiona las flores contra las paredes del plato para extraer sus compuestos. Repite esto durante 3 minutos.
Cubre el segundo plato con la manta de cielo, sujetándola con la liga. O bien, usa un colador normal; lo más fino posible y lo suficientemente grande. Cuela el líquido de las flores de cannabis que preparaste. Repite el proceso dos veces más para asegurarte que hayas extraído hasta la última gota de THC.
Vierte un cuarto del líquido en la olla (lejos de la estufa). Con mucho cuidado, ponla a calentar al fuego, vigilándola de vez en cuando. Cuando baje el nivel de la mezcla, añade otro cuarto. Repite la operación hasta acabártela.
Una vez transcurrido el tiempo (puede ser un proceso muy largo—hasta 12 horas a veces), comprueba que se haya evaporado todo el solvente. Para hacerlo, sumerge el extremo del clip en la mezcla e intenta prenderlo con un encendedor. Si no lo logras, la mezcla está lista.
Extrae el aceite con una jeringa y viértelo en frascos pequeños con gotero.