Muffins de plátano y cannabis
Pocas cosas son tan deliciosas como el pan de plátano, ¿estás de acuerdo? Si respondiste que sí, ahora imagínatelo en forma de muffins. ¿Ya? Ahora imagínatelos infusionados con cannabis… No te preocupes, ya no tienes que imaginártelos más; aquí tienes una receta de muffins de plátano y cannabis, en un par de versiones, para tu siguiente reunión.
Ingredientes para hacer muffins de plátano y cannabis
Para hacer muffins de plátano y cannabis necesitas: ½ taza de plátanos*, 1 ½ tazas de harina con levadura, ½ cucharadita de bicarbonato de sodio, ½ taza de azúcar mascabado, 2 cucharadas de azúcar glas, ½ taza de aceite de cocina de cannabis, ¾ tazas de leche y 1 huevo ligeramente batido.
*Aunque puedes usar cualquier plátano, para los panqués o muffins siempre es recomendable usar lo más maduros posible. De hecho, esta receta es perfecta para no desperdiciar aquellos que nadie se va a comer porque ya están negros.
Cómo hacer muffins de plátano y cannabis
Precalienta el horno a 180º centígrados.
En un plato hondo, mezcla los ingredientes “secos”; es decir, la harina, el azúcar y el bicarbonato y revuélvelos bien. En otro, por separado, los plátanos, el huevo, la leche y el aceite. Bátelos hasta que tengan una consistencia homogénea.
Haz un cráter en el centro de los ingredientes secos y vierte el contenido del otro plato dentro. Integra bien los ingredientes sin batir demasiado.
Engrasa una bandeja para muffins con mantequilla. Vierte la mezcla hasta llenar los huecos a ¾ de su capacidad. Mete la charola al horno y hornéalos por aproximadamente 15 minutos.
Revísalos con un mondadientes: si sale manchado, déjalos en el horno unos minutos más; si sale limpio, están listos.
Una alternativa al aceite
Si estás buscando consumir menos grasa y te quieres saltar el aceite, puedes usar cannabis seco, siempre y cuando esté descarboxilado (de otra manera, no tendrá ningún efecto).
Para compensar la falta de aceite en la masa, agrega una cucharadita más de bicarbonato de sodio, así como un huevo más. Si aún está demasiado espesa, redúcela con leche.
