Los tipos de papeles para porros

Los tipos de papeles para porros

Los tipos de papeles para porros

Existen muchos tipos de papeles para enrollar, como de distintos materiales que se queman más rápido que otros o con diversos efectos en la salud. Otros saben a frutas u otros tipos de dulces. Incluso existen aquellos preensamblados para los fumadores principiantes. En fin, tantos tipos de papeles para porros pueden modificar la experiencia de fumar.

¿Qué varía con los papeles para porros?

No siempre le ponemos atención al tipo de papel que usamos para enrollar un porro; estamos contentos sólo con fumar. Sin embargo, éstos tienen un impacto directo en nuestra experiencia.

Para empezar, pueden agregar ingredientes y, con ellos, efectos al cannabis. En los blunts, por ejemplo, se enrolla con papel de tabaco cuyos efectos se mezclan y complementan con los del cannabis. Es por eso por lo que muchos consumidores los prefieren.

Pero las maneras en la que los papeles para porros—también conocidos como papeles para liar—modifican el consumo pueden ser mucho más variadas. Algunos se consumen más lentamente mientras que otros, son más gruesos y resistentes; no se rompen tan fácil cuando el porro pasa de mano en mano. Similar a lo que ocurre con el papel tabaco del blunt, algunos tienen distintos sabores para complementar el de la cepa que se está fumando.

Otros, más que modificar el acto de fumar, se utilizan para modificar sus consecuencias. Fumar cannabis, al igual que tabaco, puede resultar en graves enfermedades respiratorias. Sin embargo, se cree que esto depende, en parte, del material del que estén hechos los papeles. Algunos, incluso, podrían aminorar los riesgos.

¿Qué características tienen los papeles para porros?

Como podrás imaginarte después de leer el apartado anterior, no existe un solo tipo de papel para enrollar porros. De hecho, durante los últimos años, la variedad ha crecido considerablemente, con una variedad de características. Todo, en un esfuerzo para brindarle una experiencia totalmente personalizada al consumidor a la hora de fumar.

El tamaño

Así es: hay papeles para fumar porros de muchos tamaños; algunos más largos, otros más anchos. Generalmente se miden en pulgadas o en milímetros, dependiendo del lugar del mundo en el que te encuentres.

El papel estándar es el más pequeño y mide 86 mm de base por 34 de alto—cabe perfectamente en la palma de la mano. Los papeles de 1¼, 1½ y de doble ancho tienen 76 mm de base; de altura, 45, 60 y 63 mm, respectivamente.

Pero también hay papeles más largos. El king slim mide 105 mm de base y solamente 42 de alto—menos que uno de 1¼. El king normal, por otro lado, es más corto, con 100 mm de base, pero 55 de alto.

El sabor

Los productos para fumar con sabor no son nada nuevo. Hace mucho que existen los cigarrillos con mentol, un terpeno que también se encuentra en el cannabis. En los porros, sin embargo, la variedad es mayor. Los hay con sabor a frutas, como manzana, plátano, cereza o sandía. El chocolate también es un sabor popular, así como el maple y muchos otros sabores dulces.

Preenrollados

También existen papeles para enrollar dirigidos casi exclusivamente a los consumidores principiantes, como es el caso de los preenrollados. Y es que enrollar porros y conos es toda una actividad artesanal y los consumidores no siempre aprenden rápido—algunos, nunca. Como su nombre sugiere, este tipo de papeles solo hay que rellenarlos con la cepa de tu preferencia y fumarlos.

Diferentes diseños y colores

Finalmente, están los papeles que no tienen ninguna funcionalidad especial o distinta a los papeles normales. Solo son de un arcoíris de colores o están decorados con todo tipo de diseños. Sobre todo, se utilizan en fiestas o eventos para hacer un poco más especial el ritual de consumo.

Los tipos de papeles para porros

Además de las características antes mencionadas, los papeles para porros se fabrican de una variedad de… pues, papeles. Entre los más comunes están:

Celulosa

Gruesos y, generalmente, marrones, la celulosa es el papel “clásico”. En realidad, es pulpa de madera y suele estar combinada con otros materiales, lo que resulta en un papel resistente. De hecho, muchos aprenden a enrollar porros con celulosa, pues es más difícil de rasgar que otros tipos. Por la combustión a la que se somete, sin embargo, puede resultar peligroso si se fuma seguido. Por ello, sobre todo en tiempos recientes, es común que los fumadores busquen otras alternativas y papeles más delicados.

Papel de arroz

El papel de arroz es el otro lado del espectro. Es extremadamente delgado y se requiere de una cierta experiencia para enrollar porros con él sin romperlos. Al ser tan delicado, sin embargo, cualquier cosa puede arruinarlo, como unas cuantas gotas de agua. Se cree que es uno de los más saludables, ya que produce menos combustión.

Lino

Los papeles de lino no son demasiado duros, ni demasiado delgados. Tienen una textura inusual, pero que facilita enrollar el porro. Consumimos lino en muchos otros productos, por lo que sabemos que es seguro y, en el caso de los papeles para porros, no alteran el sabor del cannabis.

Cáñamo

Los papeles de cáñamo son más delgados que los de celulosa, pero más gruesos que los de arroz. Gracias a ello no son tan delicados y no se apagan con tanta frecuencia. Aunque tienen un ligero sabor, es muy parecido al del cannabis, ya que son plantas de la misma familia.

Esparto

Si hubiera un tipo de papel que no te recomendaríamos usar, ese sería éste: el esparto. Suele venir mezclado con celulosa y es bastante grueso. Su humo, por lo tanto, tiene un alto riesgo de ser cancerígeno.