Cómo hacer miel cremada

Cómo hacer miel cremada

La miel cremada es un tipo de miel que, a diferencia de la convencional, tiene una consistencia suave y hasta untable. Sin embargo, también se usa como endulzante en distintas recetas, como, por ejemplo, gomitas de gelatina. Además, es muy fácil de hacer en casa.

¿Qué es la miel cremada?

Aunque es conocida en otras partes del mundo, en México es raro que veamos miel cremada o cremosa. Sin embargo, cada vez se usa más como ingrediente en distintos tipos de recetas, sobre todo en postres, y los comestibles de cannabis no han sido la excepción.

Por la manera en la que se procesa, los cristales de azúcar de esta miel son más pequeños que la miel convencional. Como su nombre lo sugiere, esto le da una consistencia cremosa—parecida, a veces, a la crema de cacahuate—que la hace más fácil de untar en una rebanada de pan, por ejemplo.

Aunque puedes conseguirla en el súper o en tiendas en línea, también puedes hacerla en casa para endulzar tus comestibles de cannabis preferidos.

Ingredientes

Solo necesitas 450 gramos de miel líquida y 50 gramos de miel base, que puede ser de cualquier tipo, siempre y cuando sea sólida. Además puedes agregarle canela, algún condimento en forma de hierbas o vainilla—una cucharadita de cada una.

Si quieres agregarle cannabis, empieza con dosis muy pequeñas y velas aumentando de acuerdo a los efectos que te produce un solo bocado de miel.

También necesitas una olla con tapa; una espátula de goma, o bien, una cuchara de madera; el frasco donde vayas a almacenar tu miel; y, finalmente, un termómetro de caramelo.

Cómo hacer miel cremada

Cocina la miel líquida a fuego alto, revolviéndola frecuentemente para que no se queme. Si vas a agregarle cannabis o algún otro ingrediente, ahora es cuando. Mide su temperatura hasta que alcance los 60º Centígrados.

Retírala del fuego y deja que la temperatura disminuya hasta los 35º. Verás espuma en la superficie; retírala con cuidado con la cuchara de madera o la espátula. Agrega la miel base y revuélvela hasta que se integre, pero no demasiado, para no formar más espuma.

Tapa la olla y déjala reposar por 12 horas, aproximadamente. Quita la tapa y retira la espuma y burbujas que se hayan formado. Pasa la miel a un frasco y métela al refrigerador entre 5 días y 2 semanas.