Cómo hacer nata infusionada de cannabis
La nata es uno de esos ingredientes que se usan en una enorme variedad de platillos; ya sean dulces, salados, agrios y todos los sabores de enmedio. Por lo tanto, la nata infusionada de cannabis sólo puede expandir tu repertorio de cocina cannabística.
¿Qué hacer con nata infusionada de cannabis?
Primero que nada, este tipo de crema no debe ser confundida con ese otro, parte de los tópicos y lociones infusionados de cannabis. Ésta es del tipo para cocinar.
La nata es un vehículo perfecto para transportar cannabinoides. Estos no se acoplan bien a las moléculas de otras sustancias, como las del agua, por lo que es muy difícil hacer té de cannabis sin agregarle algo más, como leche o aceite. Los agentes grasos son mucho más efectivos, por lo que la nata infusionada de cannabis es un ingrediente más que esencial.
Y es que solo recuerda la cantidad de platos que llevan nata. Por supuesto, están los postres, como helados y pasteles; pero, también, sopas y salsas.
Cómo hacer nata infusionada de cannabis
El proceso para hacer nata infusionada de cannabis es extremadamente sencillo. La herramienta más complicada que necesitas es una olla doble, de esas para cocinar al vapor. Si estás corto de fondos puedes improvisar una con una olla convencional y un plato hondo, siempre y cuando sea lo suficientemente grande como para taparla y colgar de sus bordes.
Pon a calentar agua en la olla. Una vez que hierva, cúbrela con la otra olla o con el plato hondo y vierte 2 tazas de crema y 7 gramos de cannabis molido en pedazos más o menos grandes. Déjalo hervir a fuego lento por aproximadamente 40 minutos, revolviendo constantemente.
Cuando el tiempo haya transcurrido, vierte el contenido a través de un colador para deshacerte del material de la planta y listo: crema infusionada de cannabis. Déjala enfriar y almacénala en frío en un frasco.
Precaución con los comestibles caseros
Una vez que tu nata esté lista, te recomendamos probar una cucharada sopera y esperar de 45 minutos a 1 hora. Esto, para que puedas medir la intensidad de tu infusión. Y es que ésta puede variar de chef a chef o incluso de lote a lote. Con ello, no solo podrás ir ajustando tu receta de acuerdo a tus preferencias, sino advertir a quienes prueben tus alimentos los efectos que pueden esperar.