Cómo personalizar los efectos del cannabis con temperatura
Cada quien vive su experiencia con la marihuana a su manera. Afortunadamente, aunque no todos los métodos de consumo lo permiten, se pueden personalizar los efectos del cannabis con temperatura. Auméntala y/o disminúyela hasta encontrar cuál resulta precisamente en la experiencia que estás buscando.
¿De qué dependen los efectos del cannabis?
Los efectos del cannabis es un tema más complicado de lo que podría parecer en un principio. Por ejemplo, no siempre son los mismos; cambian de acuerdo a algunas variables. Hablamos principalmente de los efectos del THC, ya que el CBD, así como la mayoría de los demás cannabinoides, no son intoxicantes, aunque sus efectos también pueden variar.
Por increíble que parezca, los efectos del cannabis pueden variar de acuerdo a nuestra constitución física. Es posible que dos personas con tolerancias similares, pero de peso, nivel de grasa corporal, altura y hasta género, experimenten efectos muy diferentes.
Por supuesto, la cepa también influye; cannabis no hay solo uno. Desde que su consumo se popularizó, los agricultores han visto la manera de potenciar sus efectos más atractivos, junto con otras características, como el aroma y el sabor. Hoy en día existen cepas de todo tipo, con distintos efectos. Algunas ayudan a conciliar el sueño o, por el contrario, a mantenerse activo y alerta; otras, relajan, y unas más promueven la creatividad.
Hasta ahora, todo lo anterior está fuera del control del consumidor—los efectos dependen de la cepa—; pero estos también se pueden controlar si se varía la temperatura a la que se consume. Los cannabinoides no se activan o tienen efectos reducidos a bajas temperaturas; a altas, se exacerban.
Métodos de consumo que permiten personalización
Evidentemente, la habilidad de personalizar los efectos del cannabis depende de si puedes controlar la temperatura a la que lo consumes. En el caso de un porro, pipa o un bong, que involucra una combustión con un simple encendedor de butano, es imposible.
En el dabbing, sin embargo, en lugar de flor, se consumen extractos de cannabis de consistencias diversas; desde sólido—llamado shatter—hasta viscosa o aceitosa. Se evaporan en una pipa de agua llamada dab rig y se inhala el vapor. Con un termómetro, o aparatos o aditamentos electrónicos como el e-nail o e-rig, el usuario decide la temperatura precisa.
Solo ingerir cannabinoides no es suficiente; hay que activarlos primero. Por eso, cuando se usa para preparar comestibles con infusión de cannabis, con frecuencia, éste se cocina aparte en un proceso llamado descarboxilación. Al hacerse en el horno, evidentemente, el chef puede controlar la temperatura a la que cocina.
Desde su introducción en la primera década de los años 2000, los vaporizadores se volvieron un popular medio de consumo por su discreción y portabilidad. Con el tiempo, su diseño se ha ido modernizando y ahora existen aquellos que te permiten variar la temperatura a la que consumes los cartuchos de cannabis.
La temperatura afecta distinto a los componentes del cannabis
Se pueden personalizar los efectos del cannabis porque la temperatura afecta a los cannabinoides de una manera bastante sencilla: serán más suaves a menor temperatura y, por el contrario, si es más alta, serán más intensos. Más allá, se evaporan y dejan de funcionar.
Aunque son los componentes más responsables de sus efectos, también contiene otros que los modifican. El cannabis contiene cientos de terpenos, los compuestos que le dan a las plantas sus aromas tan característicos, y todos hierven a temperaturas distintas. El linalool, por ejemplo, hierve a 198º centígrados y es el más resistente; el pineno no aguanta más que 155.
Además de ser un perfume, los terpenos potencian o complementan los efectos de los cannabinoides, y, por lo tanto, la temperatura a la que se someten alteran los efectos totales del cannabis.
Los efectos del cannabis a temperatura baja
No se recomienda que los usuarios primerizos consuman cepas con altos contenidos de THC. Por eso, incluso si se consume una cepa no tan intensa, las temperaturas bajas son excelentes para esos primeros toques.
Vapear cannabis a una temperatura entre 110 y 130º centígrados resulta en los efectos esperados, pero a una intensidad más apagada, así como los efectos secundarios que pueden resultar desagradables para fumadores primerizos. Poco a poco, se puede ir aumentando la temperatura sin cambiar la dosis para irse acostumbrando poco a poco a la experiencia.
Pero los consumidores veteranos también pueden sacar ventaja de esto. Unos cuantos toques de tu cepa preferida a baja temperatura liberan sus efectos de tal manera que puedes disfrutarlos, pero sin afectar tu percepción o productividad.
Los efectos del cannabis a temperatura media
Aumenta la temperatura a más de 160º, y hasta los 190, y experimentarás una euforia más pronunciada. Por ejemplo, te sentirás más relajado, de mejor humor (hasta risueño), así como un aumento en el apetito; pero, por otro lado, seguirás siendo funcional. Quizá no sea el mejor estado para estar en la oficina; pero sí uno para trabajar en casa, ir a hacer ejercicio o socializar un poco.
Al absorber más terpenos, el sabor del cannabis también aumenta su intensidad, así como la consistencia del vapor.
Los efectos del cannabis a temperatura alta
Entre los 190 y los 220º está el límite más alto; más allá y el vapor comenzará a convertirse en humo; a saber a quemado y los cannabinoides se evaporarán.
En este intervalo todavía puedes esperar los efectos particulares de cada cepa, pero en una intensidad mayor, por lo que debes consumirlas con cuidado. Es decir, una que promete ponerte más alerta y productivo, lo hará en niveles tan altos que puede causar ansiedad. Por otro lado, si tomas cannabis para relajarte, prepárate para pasar las siguientes horas como parte estructural del sillón.
Algunos consumidores buscan precisamente eso—sentir los efectos de su cannabis a máxima potencia—, pero también ofrece una ventaja aquellos que prefieren los efectos menos intensos. Y es que, un solo toque a temperatura alta equivale a varios a una temperatura más baja y, por lo tanto, un menor gasto de cannabis.