¿Qué es un sistema Open Blasting?
Los métodos de fabricación de los concentrados de cannabis están muy lejos del cultivo casero. Son mucho más industriales y se hacen en lugares más parecidos a fábricas o laboratorios salidos de una novela de ciencia ficción. Hoy en día se utilizan, principalmente, los sistemas de circuito cerrado, pero antes se empleaba el sistema Open Blasting, el cual era bastante más peligroso.
¿Qué tan legal es un sistema Open Blasting?
Antes de explicarlo, es necesario apuntar que generalmente se considera a este sistema anticuado y, sobre todo, muy peligroso—mucho más que un sistema cerrado, que también tiene sus riesgos. Involucra gases líquidos—butano, principalmente—, y temperaturas extremas. En fin, una receta predilecta para causar serios accidentes.
De hecho, el sistema Open Blasting no está permitido, inclusive en lugares donde se ha legalizado el consumo y la venta del cannabis en épocas recientes, como Estados Unidos y Canadá.
¿En qué consiste el Open Blasting?
El Open Blasting es bastante simple y eso es lo que lo hace tan peligroso.
Consiste en llenar—a mano—un contenedor de cannabis con gas butano, el cual viene en latas en aerosol. Este desprende los tricomas—cannabinoides y terpenos—del material de la planta y se filtra a un contenedor en la parte inferior del sistema. Más adelante, se somete al líquido resultante a un método de evaporación para eliminar los residuos de butano y lograr el concentrado de cannabis.
¿Cuáles son los riesgos del Open Blasting?
A diferencia de un sistema de circuito cerrado, en el Open Blasting, el butano se vierte manualmente y es fácil que entre en contacto con el aire. Como dijimos, está embotellado a bajísimas temperaturas. Esto puede causar que el contenedor de vidrio del cannabis se fisure y que el gas escape. Con cualquier chispa, esta termina siendo una excelente receta para un desastre.
Y este es solo el riesgo principal; este sistema tiene una larga lista de riesgos adicionales. Otros incluyen que el concentrado de cannabis contenga altos trazos de butano que pueden ser ingeridos.
Es por estas razones, entre muchas otras, que vale la pena repetir que el sistema Open Blasting es considerado peligroso y debe evitarse a toda costa.