¿Qué es un sploof?

¿Qué es un sploof?

Qué es un sploof

Una de las mayores desventajas de fumar cannabis es que el humo es un excelente vehículo para esparcir su penetrante aroma. Y es que todos saben a lo que huele el cannabis, no solamente los consumidores. Afortunadamente, se han ideado algunas maneras de reducirlo o eliminarlo. Una es fabricar un filtro con un rollo de papel de baño o una botella y materiales que se encuentran en cualquier hogar. Eso es lo que es un sploof.

El problema del aroma del cannabis

El problema del aroma del cannabis comienza con su cultivo. Al estar al aire libre, los cultivos externos no huelen tan fuerte, a menos que estén en una zona con casas muy pegadas unas a otras. En los cultivos internos, sin embargo, el penetrante aroma puede impregnar toda la zona a menos de que se tomen medidas.

Por supuesto, la mejor manera de esparcir el aroma a cannabis es fumándolo. Por muy discreto que sea el medio de consumo de tu preferencia, si involucra quemarlo, ten por seguro que alguien lo va a notar. Por eso, los consumidores han ideado diversas maneras de deshacerse del penetrante aroma, o en su defecto, disfrazarlo.

¿Qué es un sploof?

En pocas palabras, un sploof es un filtro, no muy distinto a los que se utilizan en los cultivos internos para eliminar los aromas; aunque, por supuesto, más pequeño.

Después de dar el golpe a su medio preferido de fumar cannabis, en vez de exhalar como normalmente lo haría, el consumidor exhala pegando sus labios en la entrada del filtro. Éste atrapa los terpenos contenidos en el humo y reduce significativamente el penetrante aroma.

Aunque existen sploofs fabricados en masa, pueden hacerse en casa con un par de materiales cotidianos.

¿Qué es un sploof casero?

Solamente se necesita una botella de plástico y un tubo de cartón, como el de los papeles de baño, y unas cuantas ligas o bandas elásticas. El filtro se puede fabricar con materiales como el carbón activado o de esas toallitas para la secadora que eliminan la electricidad estática de la ropa.

La fabricación no involucra más que meter el filtro de tu elección a la botella y exhalar dentro el humo del cannabis. Una desventaja es que hay que reemplazarlo después de dos o tres fumadas, pero es tan sencillo que se hace en un santiamén.