¿Puedo tomar CBD en una pausa de tolerancia?
Existen muchas maneras de llevar a cabo una suspensión en el consumo de cannabis, pero ¿puedo tomar CBD en una pausa de tolerancia? La respuesta, sorprendentemente, es sí, ya que no afecta negativamente el proceso de reponer las partes del sistema endocannabinoide que son necesarias para que el cannabis vuelva a surtir efecto.
¿Qué es una pausa de tolerancia?
Muchos usuarios notan que, después de un tiempo consumiendo, los efectos del cannabis reducen su intensidad. Una manera de contrarrestar esto, descubren, es aumentar la dosis y/o frecuencia de consumo; algunos consiguen productos más fuertes. Sin embargo, esta solución es solo temporal, ya que el mismo problema aparece eventualmente: se desarrolla una tolerancia.
En otras palabras, sobrecargados, los receptores CB1 del sistema endocannabinoide son eliminados o absorbidos por la constante presencia de los cannabinoides. Los efectos disminuyen porque hay menos receptores disponibles, y la única manera de reponerlos es suspendiendo el consumo de cannabis. Es decir, hacer una pausa de tolerancia, que suele durar entre 2 y 3 semanas.
¿Puedo tomar CBD en una pausa de tolerancia?
Una vez que uno se embarca en una pausa de tolerancia existen algunas dificultades. Aunque el cannabis no es tan adictivo como otras sustancias de uso cotidiano, suspender su consumo no es fácil para algunos. La abstinencia suele traer consigo síntomas como insomnio, irritabilidad y ansiedad constante. Por eso se recomienda reemplazar el hábito suspendido con otro, como el ejercicio.
Sin embargo, también se pueden consumir productos que solo contengan CBD. Dadas sus propiedades relajantes, estos pueden ser especialmente útiles para reducir la ansiedad. Recomendar su uso durante una pausa de tolerancia puede sonar contraproducente, pero hay una buena razón por la que se puede hacer.
¿Por qué se puede consumir CBD en una pausa de tolerancia?
Para ser más específicos, en una pausa de tolerancia se busca suspender el consumo de THC, que es la sustancia que interactúa con los receptores CB1. Puede hacerlo porque su estructura es casi idéntica a los endocannabinoides, es decir, los que produce el propio cuerpo. Esta interacción confunde al sistema endocannabinoide, lo cual resulta en los efectos del cannabis que ya conocemos.
La estructura del CBD, por su parte, no se parece en nada a los endocannabinoides y, por lo tanto, no se acopla a ellos. En su lugar, bloquea su acceso, reduciendo así los efectos, tanto del THC como del CBD. Aunque haya presencia de CBD, las células del sistema endocannabinoide pueden reponer los receptores perdidos y volver a ofrecer los mismos efectos que antes.