Almacenar cannabis en el congelador
La manera como se almacena el cannabis es tan importante como cualquier otro paso del cultivo, sobre todo si queremos que permanezca fresco y por el mayor tiempo posible. Almacenar cannabis en el congelador es una manera para alargar su vida útil hasta a lo largo de años; pero, claro, hay que tener algunas precauciones.
¿Cómo se almacena el cannabis normalmente?
Sin duda, la manera más convencional de almacenar cannabis es en frascos de vidrio. No se recomienda utilizar cualquiera si se busca conservar su aroma, sabor y efectos el mayor tiempo posible.
Para ello se deben utilizar frascos con un sello hermético, ya sean de vidrio o cerámica, como los que se usan para las conservas. Además, hay que proteger el producto de factores como la luz, la humedad y la temperatura. Los lugares secos, frescos y oscuros son la opción perfecta para conservar sus propiedades hasta por 18 meses. Si no se almacena correctamente, su vida útil se puede reducir considerablemente.
¿Se puede almacenar cannabis en el congelador?
Generalmente no se recomienda almacenar cannabis en el refrigerador como si fuera comida. Suele contener mucha humedad y los recipientes plásticos hacen que sude. Ésta es una receta predilecta para la proliferación del moho que, si ataca, es capaz de arruinar la cosecha entera. Sin embargo, existe una excepción: el congelador.
El cannabis congelado, dentro de un frasco con sello hermético o, mejor aún, una bolsa sellada al vacío, puede extender su vida hasta por años, siempre y cuando no se rompa la cadena de frío. Es decir, que no se descongele y congele de nuevo constantemente.
Esta es una buena medida para las cosechas abundantes—ya sea de muchas flores o de flores muy grandes—. Este método también se utiliza para preservar el material de la planta que no vaya a usarse inmediatamente, como ramas y hojas, pero con el que se pueden fabricar tinturas o hasta comestibles.
¿Cómo se puede almacenar cannabis en el congelador?
Simple: después del curado, simplemente hay que meter los frascos al congelador. Como mencionamos antes, el secreto está en no romper la cadena de frío, pero también hay que tener precauciones al descongelarlos.
Una vez que se extraen del congelador, hay que dejar que se descongelen de manera natural; es decir, no se debe aplicar ningún tipo de calor para intentar acelerar el proceso. Además, no hay que tocarlos; los tricomas son muy frágiles y se caen fácilmente.
Al estar expuesta al aire y al frío, la capa exterior de las flores termina en mal estado, pero el resto permanece fresco y listo para consumirse, con su aroma, sabor y efectos intactos.
