¿Se pueden combinar fertilizantes ecológicos y sintéticos?
Actualmente existe una especie de rivalidad entre agricultores que usan uno u otro tipo de fertilizante. Quizá alguien debería avisarles que se pueden combinar los fertilizantes ecológicos con los sintéticos, ya que cada uno ataca los problemas y nutre al sedimento a su manera. Es más, deberían considerarse productos complementarios.
¿Qué son los fertilizantes ecológicos?
En general, existen dos tipos de fertilizantes. Los ecológicos son aquellos que provienen de una fuente natural. Incluye aquellos de producto animal, como el estiércol de caballos y vacas; gallinas y ovejas; y hasta conejos y lamas.
Sin embargo, los fertilizantes ecológicos también pueden provenir de frutas y verduras. Se fabrican utilizando sus cáscaras y partes que no se utilizan en la cocina; reciclándolas en lugar de tirarlas a la basura. Se dejan remojando en agua por un cierto periodo de tiempo y eso produce un abono con todos los ingredientes necesarios para que las plantas crezcan sanas y fuertes.
¿Qué son los fertilizantes sintéticos?
Evidentemente, los fertilizantes sintéticos son lo opuesto. Es decir, aquellos que se hacen con químicos en un laboratorio. Estos contienen la cantidad precisa de potasio, fósforo y nitrógeno que necesitan las plantas.
Las desventajas de estos fertilizantes parecen empezar con la ideología. Muchos agricultores consideran que van en contra de la idea de cultivar cannabis, que debería ser con métodos lo más naturales posibles. Sin embargo, muchos otros los prefieren por su practicidad y precio.
¿Se pueden combinar fertilizantes ecológicos y sintéticos?
Sí. De hecho, quizá es lo que debería hacerse desde un principio.
Los fertilizantes ecológicos y sintéticos son productos muy diferentes, por lo que no hay por qué elegir entre ellos. Las deficiencias de uno son complementadas por el otro.
Por ejemplo, los ecológicos permanecen en el sedimento por mucho más tiempo. Sin embargo, antes de surtir efecto deben descomponerse, y dicho proceso dura meses. Los sintéticos, por otro lado, son efectivos de inmediato. Esto es muy conveniente cuando se trata de lidiar con una deficiencia de nutrientes, que debe eliminarse lo antes posible.
Por otro lado, los sintéticos pueden causar gran daño al sedimento. Mientras, los ecológicos no solo promueven su biodiversidad, sino que lo protegen contra cosas como la erosión. Desgraciadamente, son productos más caros, a diferencia de los fertilizantes sintéticos, que son muy fáciles de conseguir y más accesibles.