Cómo almacenar el cannabis correctamente

Cómo almacenar el cannabis correctamente

almacenar el cannabis correctamente

No hay mayor decepción que, después de meses de cuidar rigurosamente del cultivo de cannabis, se eche a perder después de ser almacenado. Por eso es indispensable saber cómo almacenar el cannabis correctamente, para lo cual hay que aprender cuáles son los factores que lo deterioran. Y es que un almacenaje correcto puede alargar su vida por muchos meses—y hasta años.

¿Para qué almacenar el cannabis?

Al principio parece ser una pregunta obvia—y quizá lo es—, pero las maneras como se almacena el cannabis, de hecho, son muy variadas. Algunos consumidores, por ejemplo, compran o cocinan comestibles que guardan en un contenedor plástico en el refri. Otros productos, como las tinturas o los concentrados, que se usan directamente desde su empaque, se almacenan en latas o botellas. Sin embargo, la manera como se almacena un producto no es recomendable para otro.

En lugar de comprar cantidad suficiente para una sola sesión, muchos consumidores prefieren comprar flor de cannabis en masa y almacenarla por largo tiempo e irla consumiendo a su antojo. La manera de almacenarlas debe garantizar, entonces, que permanezca lo más fresca posible por un periodo de tiempo largo.

Lo mismo ocurre con los agricultores. Un solo cultivo puede resultar en más producto de lo que se puede consumir en una semana. Saber cómo almacenar el cannabis correctamente, entonces, asegura que el producto, que requirió tanto esfuerzo, permanezca fresco por meses—mientras el siguiente cultivo está listo, por ejemplo.

¿Qué les pasa a las flores cuando envejecen?

El tiempo es el principal enemigo del cannabis almacenado; uno contra el que no hay remedio o escapatoria. Tarde o temprano se secará, pero ¿qué efectos tiene precisamente?

Los cannabinoides no son eternos. Con el tiempo, el THC, el CBD y los demás se degradan y sus efectos se debilitan. Cualquiera que haya intentado fumar flor que ha estado almacenada por 6 meses sabrá que su intensidad simplemente no es la misma de cuando estaba fresca. Como cualquier medicamento, lo mismo ocurre con los efectos benéficos y medicinales del CBD.

Esto no quiere decir, sin embargo, que se desintegran sin dejar nada detrás. Cuando el THC se degrada se transforma en otro cannabinoide: el CBN o cannabinol. Aunque éste tiene sus propios beneficios, definitivamente no tiene los mismos efectos intoxicantes que su antecesor.

No solo son los efectos los que desaparecen; el tiempo también tiene un efecto catastrófico en el aroma y el sabor de las flores. Al igual que los cannabinoides, los terpenos también se degradan con el tiempo hasta que—en este caso sí—desaparecen. Como resultado, fumarlo resulta en un humo áspero y menos disfrutable.

¿Qué factores influyen en el envejecimiento del cannabis?

Decimos que el tiempo es lo que afecta el almacenaje del cannabis; pero, en realidad, ésta es sólo una metáfora para el conjunto de factores que provocan su deterioro.

El caso de la humedad es curioso. Nuestro instinto dicta que el cannabis se seca por falta de agua; pero almacenar cannabis correctamente requiere un balance delicado. Claro, con poca humedad se seca; demasiada, sin embargo, promueve la proliferación del moho. Éste no sólo es capaz de arruinar el cultivo entero, sino que además puede ser un peligro para la salud del consumidor.

Algo similar ocurre con la temperatura. Si está fuera del rango recomendado, los cannabinoides y los terpenos se degradan a mayor velocidad. Además, si es demasiado alta—más que 25.5º centígrados, y hasta 30—, es ideal para la proliferación del moho.

El exceso de luz también contribuye a la degradación de las flores, algo que, otra vez, parece contraintuitivo cuando se trata de plantas. Esto es a causa del efecto de los rayos ultravioleta.

Finalmente, el material del recipiente donde se almacenan las flores también puede determinar qué tan rápido se degradan. Los contenedores de plástico, como bolsas o tuppers, hacen que las flores pierdan su humedad rápidamente y, por lo tanto, se sequen a mayor velocidad.

Cómo almacenar el cannabis correctamente

Sobra decir que, para almacenar el cannabis correctamente solo hay que balancear los factores antes mencionados. Esto, claro, es más fácil decirlo que hacerlo. Afortunadamente, existen un par de herramientas que facilitan mucho esta tarea.

Ya hablamos de los efectos que la temperatura incorrecta puede tener en las flores. Es indispensable que el lugar de almacenaje no supere los 25.5º centígrados para evitar la proliferación del moho. El ideal, para almacenar cannabis correctamente, debe ser una temperatura constante de 21º centígrados, ya que así ayuda a regular la humedad. Para monitorear ambas—la temperatura y la humedad—, lo mejor es conseguir un termómetro/higrómetro, que son muy comunes y accesibles.

Sin duda, los mejores recipientes para almacenar cannabis son los frascos de vidrio y/o cerámica. Pero solo usar el material correcto es insuficiente. Durante todo el almacenaje, las flores continúan liberando humedad y, si demasiada escapa al contenedor, pueden secarse. Por lo tanto, los recipientes ideales deben tener una tapa hermética. El único caso en el que se recomienda usar bolsas de plástico es si se sellan al vacío, ya que, al eliminar el aire, se eliminan muchos de los factores que envejecen prematuramente a las flores.

Los frascos de vidrio tienen un problema: suelen ser transparentes, y ya sabemos que la luz puede deteriorar al cannabis. Si bien se pueden almacenar en un clóset o algún otro lugar oscuro, existe una alternativa que hace que el almacenaje sea más efectivo: los frascos opacos. Esta es una característica natural de los frascos de cerámica, pero son más caros. Sin embargo, los frascos de vidrio se pueden forrar de distintos materiales para bloquear la luz—o hasta pintarlos.