Cómo germinar semillas de cannabis

Cómo germinar semillas de cannabis

¿Te acuerdas de ese experimento de biología que hacías en la primaria en el que ponías una semilla en un frasco con algodón húmedo para ver cómo crecía? Apuesto a que nunca pensaste que sería la manera como germinar semillas de cannabis.

¿Por qué debo germinar mis semillas de cannabis?

Nada te asegura que todas tus semillas germinarán; algunas simplemente no lo hacen. Además, no todas crecen al mismo ritmo y es posible que, desde el principio, destaquen algunas plantas que quizá quieras clonar o reproducir.

Pero, principalmente, durante este proceso es cuando tu cannabis es más vulnerable y delicado. Germinar sus semillas en un ambiente controlado, y trasplantarlas a una maceta, te asegura, como mínimo, que empiecen a crecer sanamente.

¿Cómo germinar mis semillas de cannabis?

Como dijimos al principio, el método es muy parecido a los experimentos de biología de la primaria.

Humedece cuatro toallas de papel. Pon dos, una sobre otra, en un plato y encima pon las semillas encima (separadas por 3 centímetros); cúbrelas con las otras dos toallas mojadas. Finalmente, cúbrelo todo con otro plato al revés, como si fuera comida que no quieres que se enfríe.

Cuida la temperatura ambiente: no debe bajar de los 24º centígrados ni subir de los 26.5. Asegúrate que las toallas no se sequen y revisa tus semillas una vez al día. En poco tiempo verás que empiezan a germinar. Algunas lo harán pronto; otras pueden tardar varios días. No las toques—son muy delicadas. Es momento de trasplantarlas.

¿Cómo transplanto mis semillas?

Simple: humedece la tierra de una maceta y haz un pequeño agujero del ancho de una pluma o un lápiz; calcula que sea el doble de profundo de lo que la semilla es ancha. Con unas pinzas, coloca tu semilla en el agujero con la raíz hacia abajo y cúbrela.

Lo que más debes cuidar—un error de muchos cultivadores principiantes—es no regarlas demasiado. Recuerda que aún son organismos pequeños y no necesitan mucha agua. Usa un rociador en lugar de una regadera.

En solo unos días, verás a tus plantas salir a saludar.