Cómo las cepas influyen los niveles de THC y CBD
Cannabis no solo hay uno. Sus efectos dependen de los cannabinoides que contienen y son las cepas las que influyen los niveles de THC y CBD. Por eso, en realidad, existe una enorme variedad de tipos de cannabis con una enorme variedad de efectos. Tanto, de hecho, que sus efectos pueden ser opuestos: algunos ayudan a dormir, por ejemplo; otros, a mantenerse activo y creativo.
¿Qué son las cepas de cannabis?
Sobre todo, cuando somos consumidores primerizos, solemos creer que existe un solo tipo de cannabis; una planta que cultivas o compras para fumarla en un porro, pipa o bong. Es hasta que empiezas a aprender más sobre el mundo del cannabis que descubres su verdadera versatilidad; los distintos tipos de cannabis según su manipulación genética. Estos tipos llaman cepas.
Las diferentes cepas no solo contienen distintos cannabinoides—y en cantidades diferentes—, sino otros elementos de la planta. Al manipular sus terpenos, por ejemplo, resultará en flores de cannabis con sabores y aromas diversos, como queso, gasolina, chocolate, etc. Y los terpenos no solo afectan su perfil olfativo, sino también sus efectos.
Por supuesto, los efectos que causan es la diferencia más prominente entre las cepas. Y es que, de acuerdo al nivel de cannabinoides y terpenos que contengan, sus efectos pueden ser totalmente opuestos. Existen algunas cepas, por ejemplo, que ayudan a conciliar el sueño, otras que pueden aliviar el dolor y otras más que te mantienen despierto, alerta y creativo.
Son muchos los elementos de la planta que, en distintas combinaciones, resultan en distintos efectos; pero la base, los sedimentos, son los dos cannabinoides más famosos del cannabis, y las cepas son las que influyen los niveles de THC y CBD.
¿De dónde provienen los niveles de THC y el CBD?
Resulta una sorpresa descubrir que, en realidad, el cannabis no produce THC ni CBD, sino que somos nosotros, los consumidores, quienes lo hacemos.
Lo que el cannabis produce es el compuesto del que provienen ambos cannabinoides, el cannabigerol, o CBG, que, a su vez, produce los ácidos THCA y el CBDA. Cuando consumimos la planta, especialmente al fumarla, la exponemos a una fuente de calor—generalmente la flama de un encendedor, pero también al evaporar algún extracto o concentrado o simplemente en el horno—. Este proceso se llama descarboxilación, y es durante éste que el THCA y el CBDA pierden sus propiedades ácidas y se convierten en THC y CBD, respectivamente.
Si consumiéramos THCA y CBDA sin someterlos a la descarboxilación—aunque ambos tienen propiedades interesantes—no recibiremos los efectos usuales del cannabis. Es decir, la próxima vez que escuches ese cuento de la mascota—generalmente un perro—que se pasó un día entero echado en un estupor porque se comió toda una bolsa de flor de cannabis, puedes calificarla de fake news.
Cómo el cannabis produce THCA y CBDA
De todas maneras, es interesante—como dijimos arriba—que el THC y el CBD provengan del mismo compuesto, el CBG. En realidad, el cannabis produce su forma acídica, CBGA, el cual puede convertirse en cualquiera de los dos precursores de los cannabinoides, pero no en ambos al mismo tiempo. Y es que la producción de THCA o CBDA depende de una sola enzima.
Dependiendo de la genética de la planta, esta puede producir dos versiones ligeramente distintas de ella, a las cuales generalmente se les llama, simplemente, “enzima 1” y “enzima 2”, o bien, E1 y E2. Algunas cepas producen solamente E1 y otras producen solo E2; otras son capaces de producir ambas.
Cómo las cepas influyen los niveles de THC y CBD
Qué tipo de enzima contiene una determinada cepa, o si contiene las dos, depende totalmente de dónde proviene y cuáles producían sus padres. Por esta razón, solo existen tres posibilidades: si sus dos padres producían solamente E1, la hija producirá solamente esa enzima; si producían solamente E2, producirá solo E2. Sin embargo, si la hija proviene de una cruza—una que produce E1 y otra que produce E2—será capaz de producir ambas enzimas.
La enzima E1 convierte el CBGA en CBDA y la E2 convierte el CBGA en THCA; por lo tanto, la genética de cada cepa influye directamente los niveles de THC y CBD que contienen.
Los tipos generales de cepas
Como vimos, si las plantas de donde proviene una cepa determinada solamente producen la enzima E1, la hija, también, sólo podrá producir dicha enzima. Es decir, solamente podrá producir CBDA, que, al ser descarboxilada, se convierte en CBD. Esta cepa, entonces, será alta en CBD, como la Harlequin o ACDC. O, también, cáñamo.
Si, por otro lado, las plantas de donde proviene sólo producían la E2, la hija sólo producirá THCA, y, por lo tanto, THC después de descarboxilarlo. Estas son las cepas altas en THC, las de mayor circulación. Y es que, a diferencia del CBD, el THC es un compuesto intoxicante, directamente responsable de mandarnos a viajar.Finalmente, si la cepa proviene de una cruza de plantas que producen E1 y E2, esta podrá producir ambas. Es decir, una con un balance de cannabinoides, con niveles medios tanto de CBD como de THC. Estas cada vez se vuelven más populares por la manera en la que los cannabinoides interactúan entre ellos. Este tipo de cepa, por ejemplo, son las recomendadas para primerizos que apenas empiezan a consumir cannabis, ya que la mezcla de cannabinoides resulta en una reducción de los efectos secundarios desagradables del THC.