Cómo mantener limpio el espacio de cultivo
Mantener limpio el espacio de cultivo es indispensable para garantizar una buena cosecha y, sobre todo, sana. Hay varias maneras para asegurarse de no promover el desarrollo de plagas o moho, las cuales van desde la limpieza rutinaria hasta el empleo de remedios ecológicos que no dañan, ni a las plantas, ni a ti.
Rutina para mantener limpio el espacio de cultivo
No hay mejor medida para mantener limpio el espacio de cultivo que diseñar una rutina de limpieza diaria. Y es que, entre más seguido se limpie, tomará menos tiempo, ya que no debe ser a fondo.
Si se hace a diario, es suficiente con barrer y limpiar las superficies con un trapo mojado. Lo importante es retirar todo cúmulo de tierra y material vegetal para evitar la proliferación de plagas, moho e insectos dañinos. Adicionalmente, la incorporación de una aspiradora con filtro de alta eficiencia HEPA, una o dos veces a la semana, mantiene el lugar libre de microbios.
Mantener limpio el espacio de cultivo con un Manejo Integrado de Plagas
Un Manejo Integrado de Plagas (IPM, por sus siglas en inglés) se refiere a una manera de controlar plagas sin usar químicos. En lugar de eso, se usan métodos biológicos y genéticos que, en ocasiones, incluyen atraer seres vivos beneficiosos que protejan a las plantas.
Los cultivos asociados es la práctica de sembrar otras especies de plantas junto al cannabis para aprovechar sus beneficios. Pueden atraer depredadores para las plagas o nutrir el sustrato para hacerlo más resistentes a las plagas y el moho.
Otros remedios son los pesticidas naturales, como el agua jabonosa (que elimina pulgones) o el aceite de neem.
Los nuevos integrantes del cultivo
Con frecuencia se introducen plantas nuevas al cultivo—los clones son el caso más frecuente. Sin embargo, hay que tener ciertas precauciones, ya que es muy sencillo que vengan infectadas con plagas o moho del exterior.
Debe llevarse a cabo una revisión exhaustiva. A las plagas les gusta alojarse en lugares ocultos, así que, además de revisar las ramas, hay que echarle un ojo a los nudos. Otro lugar popular es la parte inferior de las hojas. En cuanto a éstas, también vale la pena revisar que no estén descoloridas o presenten manchas de ningún tipo.
También se sugiere aislar a los nuevos integrantes del cultivo por una semana o dos y ver si desarrollan alguna condición preocupante antes de introducirlos al resto del cultivo.