¿Cuáles son los tipos de hongos alucinógenos?

¿Cuáles son los tipos de hongos alucinógenos?

Cuáles son los tipos de hongos alucinógenos

En los últimos años, el interés por los distintos tipos de hongos alucinógenos ha crecido exponencialmente. Tras estudiar sus compuestos intoxicantes, como la psilocibina, entre otros, se han descubierto muchas posibles aplicaciones en medicina. Pocos saben que no existe una única especie de hongos alucinógenos; hay una gran variedad, cada una con diferentes tipos y cantidades de compuestos. Por ejemplo, la psilocibina se extrae de una especie, mientras que el LSD proviene de otra totalmente distinta.

¿Qué son los hongos alucinógenos?

También conocidos como hongos mágicos o “shrooms” en inglés, los hongos alucinógenos contienen compuestos químicos que pueden provocar alucinaciones, es decir, la percepción de cosas inexistentes a través de los sentidos.

En lugares donde su comercialización es legal, estos hongos pueden presentarse frescos, secos o incluso en polvo. Con ellos se pueden preparar comestibles, té o agregarse a bebidas como jugos de frutas. Al igual que el cannabis, también se pueden hacer extractos. La psilocibina, el principal compuesto alucinógeno de los hongos, se puede inhalar o inyectar.

Recientemente se han estudiado las posibles propiedades medicinales de la psilocibina y su contribución al tratamiento de condiciones como la depresión, la anorexia o el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, entre muchas otras. Incluso se ha sugerido que puede ayudar a tratar adicciones a sustancias como el alcohol.

¿Cuáles son los compuestos psicoactivos de los hongos alucinógenos?

La psilocibina es el compuesto más conocido de los hongos alucinógenos, aunque no el único. Otro compuesto es la psilocina, que deriva de la psilocibina. Por esta razón, los hongos alucinógenos también se conocen como hongos psilocibios. Se estima que existen más de 200 especies de hongos alucinógenos, por lo que la concentración y tipo de compuestos varía considerablemente. Estos son algunos de los compuestos que se han estudiado con mayor frecuencia:

La psilocibina

Es el principal compuesto de los hongos alucinógenos. Es psicoactivo, por lo que causa diversos efectos en el cuerpo humano al consumirse, los cuales pueden ayudar a tratar diversas enfermedades y condiciones. Una vez absorbido, se convierte en psilocina.

La psilocina

Resulta de la absorción de la psilocibina y contribuye a sus efectos psicoactivos. Es el compuesto derivado de la psilocibina que más se estudia.

La baeocistina

Es otro compuesto que contribuye a los efectos psicoactivos de la psilocibina y es estructuralmente similar a la psilocina.

La norbaeocistina

Es un metabolito derivado de la psilocina y no está presente en todos los tipos de hongos alucinógenos. Se cree que en aquellos donde está presente, contribuye a sus efectos.

Ácido iboténico o muscimol

A diferencia de los compuestos anteriores, el ácido iboténico o muscimol no deriva de la psilocibina. Es un compuesto diferente y menos común, con propiedades alucinógenas que también pueden funcionar como sedante. Se encuentra en especies del género Amanita, como la Amanita muscaria.

¿Cuáles son los tipos de hongos alucinógenos?

Los tipos de hongos alucinógenos se dividen en tres grandes grupos según el compuesto alucinógeno que contienen. Cada grupo incluye varias especies.

Psilocibina y psilocina

Los hongos que contienen psilocibina y psilocina son los más conocidos y estudiados. Su uso medicinal ha sido legalizado en varias partes del mundo para facilitar su estudio.

Género Psilocybe. El género Psilocybe se encuentra en todo el mundo, ya que puede crecer en áreas con suficiente humedad. Algunas especies incluyen Psilocybe cubensis en climas tropicales y Psilocybe semilanceata en climas templados. Psilocybe mexicana, como su nombre indica, crece en México y su uso se remonta a rituales religiosos prehispánicos. Estos hongos suelen tener un tronco delgado y un píleo convexo, aunque su apariencia puede variar.

Género Panaeolus. El género Panaeolus se encuentra en lugares con mucho pasto y tiene un píleo convexo y un tronco fibroso. Prefiere altas temperaturas y humedad, creciendo en climas tropicales y cálidos. Algunas especies, como Panaeolus cyanescens y Panaeolus cambodginiensis, son de las más potentes entre los hongos alucinógenos.

Género Gymnopilus. El género Gymnopilus contiene pequeñas cantidades de psilocibina y suele ser de color café o naranja, con algunas especies que tienen un anillo alrededor del tronco. Crecen en o cerca de la base de árboles, especialmente en madera en descomposición y bosques de coníferas.

Género Pluteus. Las especies del género Pluteus contienen trazos de psilocibina y crecen en bosques, alrededor de madera en descomposición. Estos hongos son más pequeños y, aunque su píleo generalmente es convexo, también puede ser plano.

Ácido iboténico

Antes mencionamos la Amanita muscaria, que contiene ácido iboténico. Se distingue por sus colores brillantes, con un píleo rojo y motas blancas. Sin embargo, hay que tener precaución con este género, ya que muchas especies son altamente venenosas y algunas pueden ser mortales. Además de la muscaria, otras especies como Amanita pantherina y Amanita muscaria var. formosa también contienen ácido iboténico.

Hongos parásitos

Si eres fan de “The Last of Us”, este es el tipo de hongos al que deberías temer, ya que se alimentan de seres vivos. Aunque sus víctimas suelen ser plantas, también pueden alimentarse de animales, generalmente insectos. A diferencia de otros hongos que se alimentan de materia en descomposición, los hongos parásitos necesitan que su alimento esté vivo. De estos hongos se obtienen el ácido lisérgico y el ácido lisérgico dietilamida, conocidos como LSA y LSD respectivamente.

En resumen, los hongos alucinógenos representan un campo de estudio fascinante con potenciales aplicaciones terapéuticas significativas. Desde la psilocibina hasta el ácido iboténico, estos compuestos han despertado un gran interés en la comunidad científica y médica debido a sus efectos psicoactivos y su posible contribución al tratamiento de diversas condiciones de salud mental. Sin embargo, es crucial abordar estos temas con precaución y realizar investigaciones rigurosas para comprender completamente sus beneficios y riesgos.