Cultivos asociados: alfalfa
Plantar cannabis junto con plantas de otras especies puede ser muy beneficial para ambas. Estos son los famosos cultivos asociados, como la alfalfa. Ésta, por ejemplo, además de proveer un rico bocadillo a niños de primaria (preparada con limón y chile), es capaz de mejorar el sustrato y la absorción de nutrientes como el nitrógeno y el agua. Además, es particularmente fácil de cultivar.
¿Qué son los cultivos asociados?
Aunque la meta principal de plantar cannabis sea cultivar flores, no hay razón por la que no se pueda compartir el espacio con plantas de otras especies. De hecho, puede ser una práctica muy beneficial.
Esto es lo que se le conoce como cultivos asociados. Además de espacio, las diversas especies de plantas pueden compartir beneficios. Algunas, por ejemplo, mejoran la salud del sedimento; otras, mientras, atraen insectos que las protegen contra varias plagas. Incluso pueden camuflar un cultivo de cannabis exterior.
Cultivos asociados: alfalfa
Plantar alfalfa, que es una leguminosa, ayuda a que el cannabis crezca sano y fuerte, ya que mejora la salud del sedimento. Más específicamente, ayuda a fijar el nitrógeno del ambiente, el cual es absorbido por el cannabis con mayor facilidad.
Además, mejora la absorción de agua del sustrato al permitir una mayor penetración. De esta manera, gracias a la alfalfa, las raíces del cannabis y sus plantas vecinas se mantienen húmedas por más tiempo.
Cómo plantar alfalfa
Además de todos sus beneficios, la alfalfa es muy sencilla de cultivar. Sus raíces se desarrollan muy rápidamente y la mayoría de las ocasiones basta solamente con esparcir las semillas en la tierra. En solo 10 días empezarán a crecer.
Tiene preferencia por los climas cálidos, por lo que es mejor sembrarla poco antes del verano (abril o mayo) en aquellas regiones donde hace frío. En climas más cálidos, es preferible sembrar alfalfa en otoño.