¿De qué le sirven los cannabinoides a la planta?

¿De qué le sirven los cannabinoides a la planta?

Si plantas cannabis estás buscando cosechar cannabinoides porque son los principales responsables de los efectos de la marihuana—tanto los buenos como los malos. Pero, ¿de qué le sirven los cannabinoides a la planta?

¿De qué sirven los cannabinoides?

Tanto las plantas como los seres humanos producimos cannabinoides, los cuales realizan distintas funciones. Los que producimos nosotros, por ejemplo, forman parte indispensable del sistema endocannabinoide; se unen a los receptores de las células en distintas partes del cuerpo y estimulan todo tipo de señales. Nos avisan, por ejemplo, que tenemos hambre o que ya hemos comido suficiente; que tenemos sueño; regulan nuestro humor, etc.

Los cannabinoides de una fuente externa como el cannabis también se unen a nuestros receptores y nos producen todo tipo de sensaciones y reacciones que disfrutamos de manera tanto recreativa como medicinal.

Pero, ¿de qué le sirven los cannabinoides a la planta?

¿De qué le sirven los cannabinoides a la planta?

En la planta, la mayor concentración de cannabinoides se encuentra en los tricomas, esa sustancia pegajosa que secretan sus flores. Que sea una sustancia pegajosa no es un accidente; una de sus principales funciones es atrapar el polen que secretan las plantas macho para reproducirse. Por eso, pueden arruinar un cultivo entero, ya que las plantas que se cosechan son hembras no fecundadas.

Sin embargo, es posible que los cannabinoides también tengan un rol defensivo. Plantas con tricomas similares a los del cannabis los usan para protegerse contra depredadores y plagas.

Los cannabinoides protegen a la planta

Los cannabinoides y los tricomas donde se encuentran también cumplen un rol que ayuda a la subsistencia de la planta.

Sabemos que el cannabis debe recibir una cierta cantidad de luz solar. Cuando esta es demasiada, los cannabinoides son capaces de limitarla. De manera similar, también pueden regular la cantidad de agua que deja escapar la planta cuando saben que las lluvias son escasas.

De hecho, se ha observado que, cuando se le presentan elementos estresores, el cannabis aumenta su producción de tricomas—y, por lo tanto, de cannabinoides—en un esfuerzo para protegerse a sí misma. Una reacción que muchos agricultores han aprovechado para cultivar flores aún más cargadas de valiosos cannabinoides.