¿Qué es el estrés beneficioso?

¿Qué es el estrés beneficioso?

El estrés beneficioso

Sin duda, una parte importante de las responsabilidades del agricultor es evitar que las plantas sufran estrés, ya que, como en los humanos, este puede tener efectos muy negativos. Sin embargo, un poco de estrés no solo no les hace daño sino que puede tener un resultado positivo. Existen diversas maneras de ejercer estrés beneficioso a las plantas de cannabis para impulsar una cosecha más extensa y de mayor calidad.

¿Las plantas sufren estrés?

Por supuesto, todos hemos escuchado del estrés. Es un problema común del mundo moderno, donde la vida es más ajetreada, rápida (y longeva), a diferencia de épocas pasadas. Sin embargo, los humanos no somos los únicos seres vivos que lo experimentamos.

Las plantas también son capaces de sentir estrés. La diferencia es que ellas no lo sienten por una larga jornada laboral o porque su conexión a internet no funciona. Para las plantas, el estrés puede ser causado por una variedad de cosas o situaciones, desde olvidar regarlas o por el clima.

Como en los humanos, en las plantas el estrés tiene repercusiones negativas. Puede causar desde unas cuantas hojas secas, o que se marchite la planta entera, hasta la ralentización o un alto total del crecimiento; incluso, el hermafroditismo.

Una gran parte de la rutina del agricultor está dedicada a evitar que las plantas sufran estrés para que crezcan lo más sanas y fuertes posible. A veces, sin embargo, no lo evitan del todo. Al parecer, un poco de estrés controlado puede ser beneficioso y hasta garantiza cultivos más extensos.

¿Qué es el estrés beneficioso?

Cuando se aplica controladamente y en bajas cantidades, las plantas pueden beneficiarse del estrés. Saber cuándo someterlas a él, y de qué manera, las impulsa a crecer y desarrollarse más rápidamente, así como las anima a formar flores más grandes y con un mayor contenido de cannabinoides y terpenos.

Hay un gran número de maneras de infligir estrés sobre las plantas, mismas que veremos a continuación. Sin embargo, antes hay que aclarar una cosa. Mientras que los beneficios pueden ser muchos, evidentemente, estresar a las plantas tiene sus riesgos. Especialmente al principio, cuando no se sabe cuánto aplicar con precisión. Desgraciadamente, la única manera de aprender es intentando y, seguramente, fallando.

Estrés beneficioso por riego

Evidentemente, al ser una planta, el cannabis necesita riego y una cantidad equivocada de agua puede causar estrés. Los agricultores principiantes, sobre todo, preocupados por no darles suficiente agua, suele conducir a un problema que podría ser peor: regarlas con demasiada agua.

Mientras la falta de agua puede ocasionar ralentización de crecimiento y hojas marchitas, regar con demasiada agua puede ocasionar un bloqueo de nutrientes. Cuando esto ocurre, las raíces no pueden seguir absorbiendo las sustancias beneficiosas del subsuelo. También puede causar podredumbre de raíz que, potencialmente, puede matar a la planta. Además, el exceso de humedad por el riego excesivo genera las condiciones primordiales para el desarrollo del moho.

Es por todo esto que, en general, es preferible regar poco que demasiado.

Con eso en mente, es posible que, al negarles un poco de agua puede impulsar a las plantas a generar una mayor cantidad de cannabinoides, así como prevenir patógenos. Por eso, algunos agricultores simulan una pequeña época de sequía justo antes de la floración.

Otra manera de ejercer estrés a las plantas con agua es regarlas con agua fría poco antes de la cosecha, durante el drenaje de raíces. Es posible que, como respuesta, las plantas produzcan más tricomas, la sustancia que contiene los cannabinoides y terpenos.

Estrés beneficioso por luz

Otra parte esencial del cultivo que es difícil de dominar es la luz. En los cultivos externos ésta depende totalmente del sol y la tarea del agricultor consiste en que reciba la necesaria. En los cultivos internos la luz corre a cargo de las lámparas y es posible controlarla de cerca gracias a la automatización.

Igual que el agua, el exceso de luz solar también es altamente perjudicial. El estrés por demasiada luz les provoca quemaduras. En cultivos externos esto puede ser debido a las olas de calor, por lo que hay que proveerlas con sombra extra cuando comienzan a aparecer hojas torcidas y secas. En los cultivos internos, estas quemaduras son causadas por la cercanía de las lámparas o por focos demasiado intensos.

Gracias al control de estos cultivos, sin embargo, se puede experimentar con luz de distintos colores, lo cual, si bien les causa estrés a las plantas, es beneficioso. Las luces azules (durante la etapa vegetativa) y rojas (durante la floración), por ejemplo, potencian la fotosíntesis.

Durante la floración también resulta intensificar las luces UV, que impulsan la producción de la resina y, junto con ella, los terpenos y los cannabinoides. Esto, siempre y cuando se tenga en cuenta que intensificar las luces significa un aumento de temperatura y, potencialmente, quemaduras.

Finalmente, a uno o dos días de la cosecha, algunos agricultores dejan su cultivo totalmente a oscuras. Esta técnica también ayuda a producir un mayor número de tricomas.

Estrés beneficioso por temperatura

Para tener un cultivo exitoso debe mantenerse un balance de temperatura en todo momento: ni muy alta, ni muy baja. Y es que las extremas son una fuente importante de estrés.

El estrés por las altas temperaturas tiene un resultado similar al de las quemaduras por luz: hojas dobladas y secas; y, si no se atiende a tiempo, toda la planta puede marchitarse. El frío, por otro lado, evita que absorba los nutrientes y el agua necesarios del sedimento.

Sin embargo, si se usan suplementos de dióxido de carbono (CO2) en un cultivo interno, el agricultor puede aumentar la temperatura un poco más de lo normal. Al igual que con las luces de colores, esto impulsa la fotosíntesis, así como la absorción de agua, lo que, a su vez, resulta en un crecimiento más veloz y pronunciado.

En cuanto al frío, antes ya mencionamos la técnica de regar el cannabis con agua helada. Un resultado similar se logra reduciendo la temperatura del cultivo interno un par de semanas antes de la cosecha. Como resultado, las plantas producen más tricomas y terpenos y, con ellos, flores de efectos más intensos.