El sistema acuapónico
Sabemos que los sistemas hidropónicos son aquellos en los que el cannabis crece sin tierra, mojando sus raíces con una mezcla de agua y nutrientes líquidos. ¿Qué dirías si te dijéramos que también puedes usar excremento del pescado como fuente de nutrientes? Seguramente tendrías muchas preguntas; y una sería “¿y de dónde voy a sacar excremento de pescado?” La respuesta es simple: pues de los pescados que viven bajo tu sistema acuapónico.
¿Qué es un sistema acuapónico?
En otros artículos hemos abordado los sistemas hidropónicos: aquellos que no utilizan tierra, sino sedimentos alternativos, o solo agua con una mezcla de nutrientes. Un sistema acuapónico es básicamente lo mismo; pero, en vez de un tanque de agua, se usa una pecera. Así, los nutrientes provienen de los desechos de los peces para un proceso más natural.
Una bomba transporta el agua de la pecera al cultivo, donde las raíces se alimentan al tiempo que filtran los desechos para que el agua pueda ser devuelta a la pecera y reutilizarse.
¿Cualquier tipo de pez sirve para un sistema acuapónico?
Prácticamente, pero no todos los peces son iguales: algunos necesitan distintas temperaturas y cuidados. Los más comunes para sistemas acuapónicos, por ser de cuidado fácil, son la tilapia, la trucha, la carpa dorada, el bagre y el koi.
Ventajas y desventajas de un sistema acuapónico
Los sistemas acuapónicos tienen las mismas ventajas que los hidropónicos en cuanto a la cantidad, velocidad y calidad del cannabis que se va a cosechar, ya que los nutrientes son absorbidos por las raíces de la misma manera en ambos. También utilizan menos agua que los cultivos tradicionales, haciéndolos más ecológicos. Pero, además, al no emplear nutrientes líquidos, los acuapónicos son sistemas más naturales.
Sin embargo, como son dos sistemas en uno—un cultivo y una pecera—es posible que necesites más equipo y eso significa gastos. Además, en un sistema acuapónico, la cantidad de cuidados solo se exacerban, ya que tienes que cuidar de dos tipos de seres vivos, en lugar de uno.
Si alguna vez tuviste peces, sabrás que hay que estar constantemente pendiente de las peceras, ya que pueden desarrollar moho o algas fácilmente. Si, de por sí, los sistemas hidropónicos son susceptibles al moho, esto es aún más en un sistema acuapónico.