Espacio y clima en un cultivo interno
Siempre hay que planear con anticipación para no estar improvisando temprano, sobre todo si este es tu primer cultivo; el espacio y clima de tu cultivo son más importantes de lo que podría parecer en un principio. Vamos a analizar de cerca qué deberías tener en cuenta para decidirte por el espacio correcto.
El espacio de tu cultivo
Piensa en lo que significa tener un cultivo. No necesitas una recámara o habitación exclusivamente para él, pero sí debes tener en cuenta un par de cosas.
No puedes estar moviéndolo de aquí para allá todo el tiempo. Además de ser molesto, tanto ajetreo puede estresar a tus plantas y causarles hermafroditismo. No será el espacio más limpio del mundo, tendrás que lidiar con tierra y lodo y, además, usarás agua constantemente—quizá no convenga tener electrónicos cerca… ni mascotas que se coman tus plantas.
Acuérdate que tú también ocupas espacio. El cannabis crece mucho y muy rápido, y un espacio que parece amplio al principio puede reducirse de tamaño mucho en poco tiempo. Calcula que debes poder moverte entre tus plantas para regarlas y podarlas.
Los cultivos de cannabis huelen mucho y mal
Además, está el olor. Es muy fuerte y particular; cualquiera lo identifica. Aunque no huelan mucho al nacer, tus plantas irán oliendo más y más conforme vayan creciendo, y apestarán en serio durante la floración. Idealmente, elige un lugar cerca de una ventana para poder ventilar. O puedes construir un sistema simple de ventilación con ventiladores y ductos de aire.
El clima en un cultivo interno
¿Qué importa el clima en un cultivo interno? Tu cultivo se verá afectado por la habitación o espacio que elijas. ¿Cómo saber si la humedad y la temperatura son correctas? Simple: revisa tu termómetro y tu higrómetro y ajusta el clima interno de tu espacio.