Guía: el estiramiento del cannabis
¿Alguna vez te ha sorprendido la velocidad a la que crecen tus plantas? Desgraciadamente, no siempre es una buena señal. El estiramiento del cannabis puede resultar en un mal desarrollo de brotes y una pobre cosecha. Este fenómeno ocurre por una variedad de razones que siempre debes tener presentes si quieres que tus plantas crezcan sanas y fuertes—aunque no siempre muy altas.
¿Qué es el estiramiento del cannabis?
Como su nombre sugiere, el estiramiento es cuando una planta de cannabis crece rápida y súbitamente. Aunque al principio podría parecer una señal de un cultivo sano, la causa suele ser negativa; una patología que podría dañar a todo el cultivo.
Las plantas que crecen mucho tan repentinamente resultan ser débiles, se quiebran fácilmente o se derrumban, pues sus raíces no pueden sostenerlas. Pero, aún peor, los brotes salen pequeños y poco desarrollados—si es que llegan a salir en primer lugar.
Igual que con otras patologías, la mejor manera de tratar el estiramiento es la prevención. Sin embargo, te imaginarás la dificultad: casi no hay manera de saber que las plantas tienen un problema de estiramiento sino hasta que se presenta.
¿Por qué ocurre el estiramiento del cannabis?
El estiramiento del cannabis no ocurre por una sola razón. Antes de tomar medidas para combatirlo hay que identificar bien la causa y hacer un buen diagnóstico. Estas son las causas por las que puede aparecer.
Genética
Al final de la etapa vegetativa, y poco antes de que comience la floración, es cuando el cannabis suele crecer más rápido.
Existen dos especies generales de cannabis: las índicas y las sativas. Entre otras cosas, su potencial altura es la mayor diferencia entre ambas. Las sativas son más larguiruchas y delgadas, mientras que las índicas crecen hacia los lados y son más frondosas.
Un ojo experimentado, que conoce la genética de sus plantas, se da cuenta fácilmente si existe estiramiento o si está creciendo de manera normal.
Luz
Parece extraño sugerirlo, pero las plantas crecen de más cuando no reciben luz suficiente, como cuando ésta es tenue, pues literalmente se están estirando para alcanzarla. También puede ocurrir en aquellos cultivos donde las plantas están amontonadas, pues deben competir entre ellas por alcanzar la mayor cantidad de luz posible.
Esto suele ocurrir, más que nada, en los cultivos internos, cuando las lámparas se instalan demasiado lejos de las plantas. También cuando no son lo suficientemente intensas.
El estiramiento por falta de luz puede ocurrir en cualquier momento, pero es más común cuando las plántulas se convierten en plantas al principio de la etapa vegetativa.
Temperatura
Al igual que los humanos, cuando las plantas sienten demasiado calor, su cuerpo reacciona; trata de enfriarse lo mejor que puede. Al no sudar como nosotros, el cannabis lo hace al abrir sus estomas, para lo cual debe aumentar su superficie. Para lograrlo, se estiran lo más que pueden.
Aire
Un bajo flujo de aire también puede causar estiramiento de cannabis, ya que uno adecuado provoca que los tallos de las plantas sean más gruesos y resistentes.
No todos los estiramientos son malos
Por supuesto, un crecimiento rápido no quiere decir forzosamente que exista un problema. A fin de cuentas, nuestro mayor interés es que las plantas crezcan.
Las plantas se estiran más durante la noche, y suelen hacerlo rápido. Si alguna vez has sentido que tus plantas están más altas cuando despertaste que cuando te fuiste a dormir, seguramente no es nada más tu percepción. Durante la floración, también, experimentan un periodo en el que su crecimiento se dispara. Esto es normal, y señal de que la cosecha será exitosa.
Cómo prevenir el estiramiento del cannabis
Leyendo las causas listadas anteriormente seguramente tienes una idea aproximada de cómo prevenir el estiramiento del cannabis, pero revisémoslo de todos modos.
Utiliza el espacio de cultivo adecuado
Tu espacio de cultivo debe tener el tamaño adecuado. Que las plantas no estén encima unas de otras permite el flujo correcto de luz y de aire y el estiramiento del cannabis es solo uno de los problemas que esto evita.
Para eso debes conocer bien a qué especie pertenece la cepa o cepas que vas a plantar; predecir cuánto van a crecer y no confundir un crecimiento normal con uno problemático.
Técnicas de entrenamiento
Las técnicas de entrenamiento te pueden ayudar a aprovechar al máximo tu espacio de cultivo sin amontonar plantas. Consisten en controlar y redirigir el crecimiento de las ramas y tallos “hacia afuera” para que reciban la mayor cantidad de luz.
Las más comunes consisten en atar los tallos y las ramas con una cuerda o un alambre conforme van creciendo. O bien, se puede crear una cuadrícula por la cual introducirlas hacia la dirección deseada. Esta última se conoce como ScrOG.
Otra manera es acortar la etapa de vegetación de las plantas. En su hábitat natural, el cannabis comienza a desarrollar flores cuando se reduce la cantidad de luz a la que está habituada. Imitar ese mismo fenómeno con las luces de un cultivo interno tiene los mismos resultados. De esta manera se pueden cultivar plantas pequeñas, que no ocupan mucho espacio, que den flores grandes.
Luz
Las plantas pueden no recibir suficiente luz por un par de razones: o las lámparas están muy lejos o son demasiado tenues.
Como regla de cajón, las lámparas deben estar lo más cerca de las plantas como sea posible, pero, claro, sin quemarlas—que la luz vaya a ellas y no que deban ir ellas a la luz. Por otro lado, hay que utilizar los focos más indicados, incluyendo los del color correcto.