¿Cómo se hacen las nuevas cepas de cannabis?
Si has estado leyendo este blog por un tiempo, o eres entusiasta del cannabis, sabrás que no es solamente una planta, con un solo uso. Hay de todos tipos; aromas y sabores diferentes, intensidades y efectos opuestos. Todo depende de la cepa que consumas, y todo el tiempo se están creando nuevas; pero, ¿cómo se hacen las nuevas cepas de cannabis?
¿Qué son las cepas de cannabis?
Solemos pensar en el cannabis como una sola cosa que, a lo mejor, tiene muchas presentaciones. Pero, sobre todo cuando apenas estamos descubriendo este mundo, lo primero que nos sorprende es que no todo el cannabis es igual. Aunque se trata de una sola planta, hay cannabis que te relaja o que te ayuda a conciliar el sueño y otro que te pone alerta; que sabe a frutas o tiene el sabor agrio del queso; con fuertes efectos psicotrópicos o unos que casi ni se sienten, etc. Hoy en día parece haber cannabis para todos los gustos, de todos sabores, efectos o hasta aspecto.
Estos distintos “tipos” de cannabis, en realidad, son cepas. Es decir, no ocurrieron por accidente, sino que fueron creadas y desarrolladas a propósito por agricultores. Solía ser que se buscaba crear cepas con cada vez mayor contenido de THC y, por lo tanto, de efectos más intensos. Más adelante pasamos, de cepas con 5 u 8% de contenido de THC, a las más modernas, algunas de las cuales alcanzan los 19 o hasta 20%.
Una vez que se fueron descubriendo y apreciando otras características (como el contenido de CBD, por sus aplicaciones medicinales), los agricultores se concentraron en otras características. Pero, ¿cómo pueden hacerlo? Es decir, ¿desarrollar o inhibir características tan específicas?
Cómo se reproduce el cannabis
El cannabis es una planta dioica. Es decir, hay machos y hembras, lo cual es menos común de lo que crees en el mundo vegetal. La mayoría de las plantas son monóicas; es decir, los órganos reproductivos masculinos y femeninos existen en la misma planta.
Solo las hembras de cannabis desarrollan flores, la parte de la planta que contiene los cannabinoides que consumimos. Por eso, en aquellos cultivos que tienen como fin cosecharlas, se identifica al macho temprano en su ciclo y son eliminados para evitar la polinización. Si son polinizadas, las hembras crean semillas.
Cuando se busca crear cepas nuevas, los machos se vuelven indispensables por su polen. Cuando la polinización, y el desarrollo de semillas, son exitosas, éstas caen al sedimento y, con el tiempo, crecen más plantas. La información genética de esta nueva generación es una combinación de la planta madre y del padre—una nueva cepa.
Cuando crecen en la naturaleza, las plantas macho dependen del viento para llevar su polen hasta las plantas hembra. En otros ambientes, como en un cultivo interno, esto, y otros elementos de su reproducción, son controlados por el agricultor.
Cómo se hacen las nuevas cepas de cannabis
El agricultor controla el desarrollo de la nueva cepa desde la elección de los padres. Al decidirse qué dos cepas combinar ya está eligiendo una larga lista de características que potenciar, alterar o inhibir.
Una sola planta macho es suficiente para polinizar un número extenso de plantas hembra, normalmente, en una habitación cerrada para lograr control total. En un ambiente abierto, por ejemplo, el polen de otro macho podría polinizarlas, interfiriendo con la genética de la nueva cepa.
Una vez polinizadas, las hembras crean las semillas con ambas informaciones genéticas. Éstas se juntan y, simplemente, se plantan para que crezcan y se desarrollen, ya que, cada planta de la nueva generación, a pesar de que tienen la misma información genética, tendrá características propias.
¿Qué es un fenotipo?
Imagina una familia. Los padres tienen un cierto número de hijos que nacen en distintas fechas. Los hijos tienen características similares—a lo mejor se parecen físicamente o tienen mal carácter—; sin embargo, no podemos decir que son idénticos. Es decir, cada hijo, que muestra físicamente la información genética de los padres, tiene un fenotipo propio. Lo mismo ocurre con las plantas de una nueva generación.
En cambio, la información genética que compartes con tus hermanos es el genotipo; es decir, la información completa que tú y tus hermanos tienen para crecer y desarrollar una u otra característica. Como dijimos antes, no crecen siendo exactamente idénticos—hasta su altura varía.
Al igual que las plantas, tu desarrollo, y el de tus hermanos, no depende exclusivamente de sus genes, sino del ambiente que los rodea. Esto provoca que los genes “prendan” y/o “apaguen” ciertas características. En el caso de las plantas, estas son su color, forma, aroma y la cantidad de cannabinoides que producen.
Es decir, algunas plantas van a tener el tamaño de sus padres; otras, su aroma; otras más, su resistencia a las plagas o al moho, así como tú dibujas bien mientras que tu hermana es buena para los deportes.
Elegir los fenotipos
Como mencionamos antes, la mejor manera de crear una cepa nueva es polinizar varias plantas hembra simultáneamente y hacer que produzcan cientos de semillas—es decir, cientos de variaciones—de fenotipos—distintas. El agricultor elige cuál de éstas tiene el mejor potencial o cuál es la mejor versión de la cepa que está buscando desarrollar.
Este es solo el primer paso. Una vez identificadas, seguirá reproduciendo las mejores versiones para ir ajustando la cepa hasta lograr su objetivo.
Diferentes versiones de la misma cepa
En ocasiones, la misma cruza resulta en más de una versión exitosa de la cepa. Es decir, dos cepas con características similares, pero diferentes—el hermano que es buen dibujante y la hermana que es buena en deportes. Cuando esto ocurre, se les asignan números que corresponden a las plantas de donde surgieron. Así, podemos tener las cepas Gelato y Gelato #33.