Las plagas de orugas y cómo eliminarlas
Las orugas son otra de esas plagas que pueden parecernos simpáticas—gracias, en gran parte, a los cuentos infantiles que escuchamos cuando éramos niños. Sin embargo, las plagas de orugas son capaces de terminar con cultivos enteros de cannabis si no se reduce su población de una u otra manera una vez que aparecen.
¿Qué daño causan las plagas de orugas al cannabis?
Las orugas se alimentan casi exclusivamente de plantas; solamente existe una especie que tiene a otros animales—incluyendo a otras orugas—en su menú. Eso hace que causen todo tipo de daños a los cultivos de cannabis.
Estos pueden ser unos cuantos agujeros solitarios en las hojas sin poner al cultivo en demasiado peligro. Sin embargo, una colonia grande de orugas puede acabar con plantas enteras en poco tiempo.
Algunas especies de oruga prefieren los tallos. Dado que éste es el conducto que distribuye el agua y los nutrientes al resto de la planta, su salud es indispensable. El daño excesivo puede matar a toda la planta.
Cómo identificar las plagas de orugas
Como mencionamos antes, la mayoría de las orugas son vegetarianas. La aparición de agujeros en las hojas del cannabis es una señal inequívoca de que algo se las está comiendo. Si se trata de orugas, los agujeros serán desordenados y de formas irregulares. A veces son largos, como surcos.
Los agujeros también pueden aparecer en los tallos y en las ramas, así como en las flores. A diferencia de los de las hojas, los tallos y flores tendrán agujeros más pequeños, individuales, ya que entran por ellos para alimentarse del interior.
Las plantas reaccionan a los daños. Una infestación de orugas causa hojas decoloradas y/o marchitas y ralentización general del crecimiento.
Cómo se eliminan las orugas
A diferencia de otras plagas, las orugas tienen un tamaño considerable que permite detectarlas y eliminarlas a mano si son solo unas cuantas. Sin embargo, también se puede enlistar la ayuda de otros insectos que se encarguen de ellas.
Las avispas parasitarias y las mantis religiosas son capaces de disminuir la población de orugas considerablemente, ya que son sus depredadores naturales.
Por otro lado, la bacteria Bacillus thuringiensis también las elimina con eficacia. Existen muchas marcas de insecticidas y pesticidas naturales que la contienen y que no dañan al cannabis. Finalmente, el aceite de nim puede ayudar a evitar que aparezcan siquiera.