Qué son los cultivos asociados

Qué son los cultivos asociados

los cultivos asociados

En ningún lado está escrito que tu cultivo debe consistir exclusivamente de plantas de cannabis. ¿Nunca te has puesto a pensar qué pasaría si cultivas otras plantas a su alrededor? Estos son los cultivos asociados y los beneficios son muchos. Son una excelente manera de proteger a todas las plantas de tu comunidad, así como mejorar sus oportunidades de crecer sanas y fuertes. Y, por si esto fuera poco, también puedes crear un sabor único para tu cannabis.

¿Qué son los cultivos asociados?

Los cultivos asociados son plantas que se siembran y cultivan junto con otras para aprovechar sus beneficios y crear una relación simbiótica. En otras palabras, si el cannabis es tu planta principal, cultivarlo con otras, como la lavanda, el eneldo o los girasoles (entre muchas otras), éstas le ayudarán a crecer fuerte y sano.

Múltiples aromas

Los beneficios son muchos y de diversas índoles. Uno de los más curiosos es que altera su sabor. Si bien el cannabis contiene una gran variedad de terpenos, recordemos que estos están presentes en todas las plantas, ya que son los responsables de darles sus aromas particulares. Así, las plantas de los cultivos asociados pueden modificar sus sabores mutuamente. Por lo tanto, se pueden desarrollar cepas de cannabis con sabores únicos.

Los cultivos asociados mantienen alejadas a las plagas

Quizá la razón principal para tener un cultivo asociado sea la protección del cannabis. Como todas las plantas, éste es vulnerable a las plagas y a los hongos. Sin embargo, estos invitados indeseados también tienen sus propios depredadores.

En un cultivo asociado, las plantas vecinas pueden atraer a los depredadores que se alimentan de ellos y así asegurar el bienestar del cannabis. De la misma manera, el cannabis puede ofrecer el mismo beneficio para el resto de las plantas del cultivo.

Los cultivos asociados fertilizan el suelo

Algo similar ocurre debajo de la superficie. Las raíces de las distintas plantas de esta pequeña comunidad establecen una relación simbiótica con los microorganismos del suelo—más provechosa de lo que lo haría un solo tipo de planta. Como resultado, tienen acceso a todo tipo de nutrientes y beneficios.

Algunas de las plantas incluso son capaces de fijar moléculas de nitrógeno para mejorar la calidad de la tierra y hacer que ellas, y sus vecinas, crezcan más rápidamente y sean más resistentes.