Mi cannabis está listo. ¿Y ahora?

Mi cannabis está listo. ¿Y ahora?

Germinaste tus semillas, las plantaste, las cuidaste durante tantos meses mientras crecían; las regaste, les diste los nutrientes correspondientes, previniste plagas y enfermedades y te encargaste de ellas cuando aparecieron; causaste su floración. Tu cannabis está listo… ¿y ahora?

El trabajo más difícil, así como el que requiere de más paciencia, ya terminó; pero aún queda el que es físicamente más arduo: ahora hay que cosechar tu cannabis; secarlo, deshojarlo, curarlo y almacenarlo para su consumo.

¿Cómo sé si mi cannabis está listo para cosecharse?

Generalmente, en los cultivos externos, en el hemisferio norte, el cannabis estará listo entre los meses de septiembre y noviembre—depende de cuándo plantaste y del clima. Si vives en un lugar donde llueve mucho en otoño quizá sea mejor cosechar antes. O bien, antes de que empiece a bajar la temperatura y lleguen los frentes fríos: el cannabis puede resistirlo por corto tiempo, pero no si el frío dura varios días.

En los cultivos internos—que no dependen del clima—la cosa cambia. En general, se puede cosechar de 7 a 9 semanas una vez que se causa la floración al reducir la luz. Esto depende de la cepa de cannabis que se está cultivando, ya que algunas maduran antes que otras.

Señales de que el cannabis está listo para cosecharse

La propia planta de cannabis da señales en su apariencia para avisar que está lista para ser cosechada. Por un lado, sus estigmas, ese bello alrededor de los brotes, irán cambiando de color—de blanco a anaranjado—y se les rizarán las puntas. Además, los tricomas, que secretan esa sustancia pegajosa que cubre las hojas, se irá opacando hasta colorearse en un tono ámbar.

¿Cómo corto mi cannabis una vez que está listo para cosecharse?

Con unas tijeras, o alguna cuchilla, bien afilados, hay que separar las colas de las ramas donde estén creciendo, siempre asegurándose de dejar algo de tallo para poderlas colgar a secar más adelante y cuidando de no dañar sus brotes—recuerda que son delicados.

Deshoje en húmedo y deshoje en seco

Como es un proceso continuo, antes de cosechar hay que decidir si se deshojarán los brotes en seco o uno en húmedo. Pero, ¿qué quiere decir eso? Quiere decir, simplemente, si el deshoje ocurrirá antes de secar las plantas, o después.

El deshoje en húmedo es un proceso mucho más arduo. Se deshojan los brotes de cannabis cuando la resina pegajosa de los tricomas todavía está fresca, lo cual provoca que los recortes se queden pegados en todos lados; en las tijeras, las manos y la ropa. Sin embargo, el deshojar en húmedo también reducirá el proceso de secado y requerirá menos espacio.

Cuando se deshoja en seco, las hojas se retiran una vez que el cannabis se ha secado, lo que puede dificultar el proceso; marchitas, las hojas se desmoronan más fácilmente. El caso es el mismo con los brotes, así que hay que tener mucho cuidado de no romperlos; pero, en general, es un proceso más limpio.

¿Cómo deshojo mi cannabis?

Húmedo o seco, la idea al deshojar cannabis es la misma: separar los brotes—que es el producto que nos interesa—de los tallos y hojas que lo rodean y que no vamos a usar en el consumo lúdico (aunque sí podemos usarlos para fabricar otros productos de cannabis).

Con las tijeras adecuadas, hay que trabajar “de afuera hacia adentro”: primero, remover las ramas; luego, las hojas abanico; y, finalmente los brotes, que también se recortan para reducir su tamaño cuando es necesario.

¿Cómo pongo a secar mi cosecha?

En el deshoje en seco, una vez que han sido cortadas, se pone a secar las plantas. Generalmente se cuelgan de cabeza de un tendedero en una habitación oscura y seca, ya que el moho sigue siendo una amenaza—y aún puede aparecer. Para asegurarse de que el ambiente de la habitación sea el adecuado puede usarse un higrómetro y equipo adicional—como un deshumidificador—en caso de no serlo. También se debe usar un ventilador para que el aire circule libremente.

En el deshoje en húmedo, al no poder colgar a los brotes, éstos se ponen a secar en redes suspendidas.

Todo este proceso dura aproximadamente de 2 a 7 días (menos en un deshoje húmedo; más en uno seco). Hay que revisar las plantas diariamente para asegurarse de que no esté creciendo moho. Una vez secas, es momento de curarlas.

¿Cómo curo mi cannabis?

Quizá puede considerarse el curar el cannabis como parte del secado; cuando los brotes eliminan lo último de su humedad lo más lento posible para que retengan su sabor, olor y, sobre todo, su efecto.

Solo hay que colocarlos dentro de contenedores herméticos y airarlos una o dos veces al día durante las primeras semanas. Hay que revisarlos diariamente; como siempre, el moho sigue siendo una amenaza.

Después de curarlos de dos a cuatro semanas (algunos cultivadores lo hacen por más tiempo), la cosecha estará lista para almacenarse.

¿Cómo almaceno mi cannabis?

El proceso es parecido a curarlos: solo hay que meterlos en botes de vidrio—que tienen una carga neutra—lo más herméticos posible. Mantenerlos en un lugar seco, para evitar que aparezca el moho, fresco y oscuro.

De haber seguido el proceso correctamente, es posible que, de esta manera, el cannabis pueda mantenerse almacenado un par de años sin que se reduzcan su sabor ni efecto.