Microcultivo en una torre de computadora

Microcultivo en una torre de computadora

Microcultivo en una torre de computadora

El nivel de discreción de un microcultivo en una torre de computadora es comparable al de un espía de la CIA o del FBI. Nadie podrá encontrarlo a menos que sepa dónde buscar, a menos que el aroma traicione su localización. Con uno de estos caparazones de PCs se puede proporcionar todo lo necesario para que una planta de marihuana crezca sana, feliz y oculta. Desde las luces, la ventilación, el entrenamiento y el control de aromas, las opciones de este tipo de microcultivos son infinitas.

¿Qué es un microcultivo?

En el contexto de la legalización del cultivo de la marihuana, existe una enorme ironía. Suele ocurrir en ambientes urbanos, como Nueva York. Si alguna vez has estado allí, sabrás que no es precisamente un estado conocido por sus vastos campos o plantíos. Fuera de Central Park (hablando de la Ciudad de Nueva York, al menos), el verde no es precisamente el color dominante de la paleta neoyorquina. Más bien, está coloreada con 50 sombras de gris.

Por eso, la mayoría de los cultivadores de marihuana optarán por microcultivos. Afortunadamente, esta planta no es caprichosa para crecer. Los cuidados, más bien, están enfocados hacia la producción de flores en grandes cantidades y tamaños. El microcultivo es la manera de cosecharlas en espacios muy reducidos donde, sin embargo, reciban todo lo necesario para una cosecha decente. Pero, sobre todo, los microcultivos ofrecen discreción.

Las maneras de tener un microcultivo son muy variadas. Se puede utilizar cualquier rincón disponible; un clóset o un espacio donde instalar un pequeño invernadero comprado en línea. También es posible fabricar uno mismo con bricolaje y un poco de ingenio. En un Space Bucket, por ejemplo, se puede tener un cultivo muy discreto encerrado en un par de cubetas. Además, se puede tener un microcultivo en una torre de computadora.

Ventajas de las torres de computadora

Las torres de computadora están desapareciendo. Antes, todas incluían una caja que almacenaba los distintos componentes de su CPU. Algunas eran horizontales, pero las torres se hicieron más populares, ya que con esta configuración era más fácil agregar componentes para actualizarlas. Hoy en día, sin embargo, los fabricantes de computadoras han prescindido de estas cajas; solo con el monitor, el teclado y el mouse, son más estéticas. Sin embargo, las torres aún existen, ya que continúan siendo una necesidad para las computadoras más poderosas.

Estas ofrecen grandes ventajas para los microcultivos. La principal, quizás, sea la discreción. Es posible encerrarlo todo dentro de ella y cerrarla para que parezca una simple torre de computadora que, además, nadie abrirá por error, a diferencia de un clóset. Además, su diseño permite la entrada y la salida de cables para las luces y hasta tiene espacio para los ventiladores. Una desventaja de su tamaño tan reducido, sin embargo, es que el espacio solo es suficiente para un par de plantas muy pequeñas.

Cómo conseguir una torre de computadora

Evidentemente, la manera más sencilla de conseguir una torre de computadora es adaptar una que ya tengas. Lo más probable, además, es que tu computadora no funcione sin ella. Afortunadamente existen algunas alternativas.

A diferencia de los componentes que contiene, las torres de computadora —es decir, solo el caparazón— son bastante asequibles y rara vez rebasan el millar de pesos mexicanos. Las usadas, partes de computadoras viejas y descontinuadas, son aún más baratas. Las hay de muchas formas y tamaños y son altamente personalizables.

Para aquellos dispuestos a gastar un poco más, incluso pueden comprar torres de computadora ya habilitadas para sostener un cultivo de marihuana que prácticamente solo hay que conectar a la corriente.

Cómo montar un microcultivo en una torre de computadora

Luz

Cuando se trata de luz, podemos tener un cultivo en un espacio reducido gracias a dos cosas. La primera son los focos LED, pues, a pesar de su tamaño tan pequeño, emiten una enorme cantidad de luz. Además, no se calientan como otros tipos de focos, lo cual no solo es beneficioso para las plantas, sino que reduce considerablemente el riesgo de incendio.

La segunda es rebotar la luz para que alcance tanto a las plantas como sea posible. Esto se hace forrando el interior de la torre de computadora con una superficie reflejante; mylar o simple papel aluminio.

Ventilación

El aire es tan indispensable como la luz cuando se trata de cultivar plantas. Este debe renovarse por completo aproximadamente una vez por minuto. Además, contribuye a refrescarlas y a regular la temperatura del cultivo.

Una de las enormes ventajas de este tipo de microcultivo es que las torres de computadora traen integrados los agujeros donde montar los ventiladores. En un cultivo tan pequeño, estos, a su vez, son suficientes para proporcionar a las plantas una circulación de aire adecuada que puede complementarse con la tapa de la torre.

Aroma

El aroma de un cultivo de cannabis es inevitable y delator: todo el mundo, aunque nunca haya probado la marihuana, sabe a lo que huele. Además, es muy difícil de regular. La manera más común es con un filtro de carbono, el cual se puede fabricar en casa. Dado que todo el concepto de usar una torre de computadora es la discreción, uno al lado de ella es extremadamente sospechoso.

Una de las ventajas del tamaño de los microcultivos, sin embargo, es que, al ser pocas plantas, el aroma se reduce. También se pueden plantar cepas que, si bien sí tienen aroma, es menos intenso.

Si todo esto falla, un simple neutralizador de olores, combinado con un filtro de aire, pueden ser suficientes para ocultar el perfume tan característico del cultivo de cannabis.

Entrenamiento

Con un entrenamiento adecuado se puede aprovechar al máximo el espacio tan reducido de un microcultivo y así lograr una cosecha decente.

Existen muchas maneras de entrenar o domar a las plantas para que crezcan de la manera y en la dirección que queremos. Estas incluyen desde doblar las ramas y tallos, romperlos, o dirigirlas con un cordel.

El cultivo de marihuana en microespacios, como dentro de una torre de computadora, ofrece una solución discreta y eficaz para los entusiastas que buscan maximizar su espacio disponible. Además de proporcionar las condiciones necesarias para un crecimiento saludable de las plantas, estos microcultivos son una muestra de ingenio y adaptabilidad en un mundo donde la legalización del cannabis continúa evolucionando. Con las precauciones y tecnologías adecuadas, incluso los espacios más pequeños pueden convertirse en huertos de cultivo, ofreciendo cosechas decentes y satisfactorias.