¿Qué es el bloqueo de nutrientes?
El descuido no es lo único que puede dañar a las plantas. Algunos problemas son causados por lo contrario: el cuidado excesivo. Algo que los agricultores principiantes aprehensivos tienden a hacer. Precisamente eso es el bloqueo de nutrientes: un problema causado por el deseo de que las plantas crezcan súper sanas y fuertes.
¿Qué es bloqueo de nutrientes?
Cuando las plantas dejan de absorber los elementos que necesitan para crecer sanamente del sedimento, se dice que tienen un bloqueo de nutrientes. Evidentemente se trata de una condición que hay que atender de inmediato. La falta de elementos como el magnesio, el hierro, el potasio o el zinc puede derivar fácilmente en una deficiencia.
Aunque puede ocurrir en cualquier tipo de sedimento—hasta en sedimentos líquidos—, es mucho más probable que ocurra en tierra, la fibra de coco y la lana de roca.
Es difícil de identificarlo, pues sus síntomas son similares a los de muchas otras patologías. El primero es la interrupción en el crecimiento, seguido de decoloración de las hojas, que se tornan amarillentas, para después marchitarse.
¿Qué causa el bloqueo de nutrientes?
Algo frustrante del bloqueo de nutrientes es que no surge del descuido sino de los cuidados excesivos. Sobre todo, los agricultores principiantes tienden a exagerar en el uso de fertilizantes y nutrientes. Sin embargo, estos tienen muchas sales. Al bloquear las raíces, éstas provocan que dejen de absorberlos, así como los nutrientes que se encuentran naturalmente en el sedimento.
No es la única causa. Para crecer, el cannabis necesita un pH entre 5.6 y 6.5. Un pH incorrecto—demasiado ácido o no lo suficiente—podría conducir a esa, u otras patologías.
¿Cómo se corrige?
El primer paso es identificar el problema correctamente—como dijimos, los síntomas del bloqueo de nutrientes pueden confundirse con los otros problemas. Lo siguiente es suspender de inmediato la aplicación de fertilizantes y nutrientes. En un sistema hidropónico, esto significa cambiar el agua del tanque.
Para drenar el exceso de nutrientes hay que hacer un lavado de raíces. Utilizando solamente agua con un pH equilibrado, se riegan las plantas en exceso por un solo día, en los cultivos externos, o un ciclo de luces en uno interno. En este último se puede reducir la humedad del espacio de cultivo para prevenir el desarrollo de moho.
Al reintegrar los fertilizantes al riego nuevamente hay que hacerlo asegurándose que se use la cantidad correcta.