Cannabis, ratones y ansiedad
Cuando el cannabis se legaliza no solamente permite que se consuma con mayor libertad; también puede estudiarse mucho más ampliamente. Todo el tiempo se están llevando a cabo estudios nuevos para seguir enfocándose en las aplicaciones que podría tener en el campo de la medicina. Aquí, por ejemplo, te damos un par de ejemplos de cómo se ha estudiado el cannabis con ratones y pacientes de ansiedad.
Cannabis, ratones y serotonina
Un estudio observó a un grupo de ratones a los cuales se les suministró un análogo de anandamida. La anandamida es un neurotransmisor esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo, y un desbalance en ella puede ocasionar algunas condiciones de cuidado, como la depresión.
Acto seguido, se bloquearon sus receptores de serotonina. Como este neurotransmisor regula las emociones, los efectos antidepresivos de la anandamida desaparecieron. Esto comprobó que el sistema serotoninérgico y el endocannabinoide están vinculados. Y es que algunos cannabinoides pueden aumentar los niveles de serotonina si se usan bajo las condiciones correctas.
Cannabis, humanos y ansiedad
En otro estudio se sometió a un grupo de 100 personas a algunas pruebas para medir sus niveles de ansiedad. 50 de ellos eran consumidores habituales de marihuana, mientras que los 50 restantes—los no-consumidores—formaron el grupo control.
Tras dichas pruebas se descubrió que los niveles de los consumidores habituales de marihuana, en general, eran menores que los del grupo control. Por supuesto, esto llevó a concluir que el cannabis podría formar parte de un tratamiento para los diversos tipos de ansiedad.
Sin embargo, también se ha descubierto que las dosis demasiado altas de THC pueden causarlos, más que aliviarlos. Antes de consumir cannabis para fines terapéuticos es recomendable discutirlo con un doctor.
¿Qué ventajas tienen estos estudios?
Relativamente hablando, la salud mental es uno de los campos más nuevos de la medicina, por lo que los tratamientos y remedios modernos aún están en su infancia. Los antidepresivos, por ejemplo, son medicamentos cuyo consumo aún conlleva muchos riesgos.
Es posible que el cannabis contribuya a dicho campo. Podría ofrecer tratamientos complementarios, como en el caso de los terpenos. O bien, ofrecer tratamientos alternativos con efectos secundarios notablemente menores y más seguros.