La legalización y las grandes corporaciones
En El Economista, el diputado del PAN, Éctor Ramírez Barba, a favor de que se legalice el cannabis para investigar sus potenciales beneficios medicinales, expone algo preocupante. Aunque su uso es más aceptado en México y América Latina desde hace unos años, la legalización comienza a tener problemas, provocados, principalmente, por las grandes corporaciones.
Potenciales beneficios medicinales del cannabis
México forma parte de los países que han relajado las leyes que prohíben la venta y el consumo del cannabis. Entre ellos están sus vecinos que comprenden el resto de Norteamérica, Estados Unidos y Canadá. Una de las mayores ventajas es facilitar el acceso a él para estudiar y desarrollar sus potenciales beneficios médicos.
Ramírez Barba, que además es médico cirujano, hace una lista de aquellos males que el cannabis podría, en teoría, mejorar. Entre ellos, el “tratamiento de autismo”, el Párkinson, el VIH-SIDA, las “alteraciones de las funciones motoras”, la “demencia”, el “cáncer pancreático” y hasta “Long-Covid”, entre muchas otras.
Poca atención al cannabis medicinal
Ramírez Barba acusa el pobre papel de México en los estudios internacionales sobre los potenciales beneficios médicos del cannabis. “Se han publicado 706 artículos [en] PubMed”, dice. “El único científico de México que aparece [es] la Dra. María Elena Medina Mora”, del Colegio Nacional. “El Conacyt—continúa—tampoco ha financiado proyectos de profesionales de la salud”, mismos que ya suministran medicamentos de cannabis, que, a veces, deben conseguir en el mercado negro.
Lo inexplicable del asunto es que, desde 2016, cuando se reformó la Ley General de Salud, se permite “importar estupefacientes, sustancias psicotrópicas […], incluyendo los derivados farmacológicos de la Cannabis”. Esto, con el fin de ser estudiados y, además, administrados a aquellos pacientes—por medio de sus médicos—que los necesiten.
Demasiada atención al cannabis corporativo
La legalización comienza a tener problemas gracias a las grandes corporaciones. Se ha olvidado el lado medicinal del cannabis en favor del lado económico. Peor aún, parece que estamos agarrando camino—como de costumbre—para beneficiar solo a unos cuantos. Ramírez Barba se apoya en el informe de Paulo José dos Reis Pereira, “que analiza el papel de las empresas trasnacionales en el mercado creado por las nuevas regulaciones”, para alertar sobre lo que está ocurriendo.
El mercado del cannabis está siendo absorbido por las grandes corporaciones que están estableciendo operaciones en América Latina y el Caribe cuyas sedes están en países ricos, como Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido. Esto relega a los países latinos a convertirse en meros exportadores. Esto crea un acceso desigual a los medicamentos de cannabis “en función de ingresos, por lo que los más pobres son los que menos se benefician”.